La activista cubana Saily González denunció que cuatro cubanos fueron detenidos esta semana por manifestar su desacuerdo con el gobierno y señaló que no están solos en su lucha.
"Ninguno de ellos está solo", dijo González en un mensaje publicado en Facebook en el que detalla el nombre de los cuatro cubanos arrestados y el contexto en que se produjeron esas detenciones arbitrarias.
"Carlos Ernesto Díaz González (alias Ktivo Disidente), detenido mientras se manifestaba ayer en la mañana en el Boulevard de San Rafael. Actualmente se cree que lo han llevado para la prisión El Técnico, en Cienfuegos", señaló.
El segundo caso que mencionó fue el de Yasmany González Valdés, quien se encuentra en desaparición forzosa desde el jueves. "Actualmente se cree que está en la prisión conocida como Villa Marista", alertó la activista.
El tercer caso, también detenido arbitrariamente, es el de Raúl Alejandro Oropesa Gentil. Desde el mediodía del viernes no se tienen noticias suyas, tras negarse a asistir a interrogatorios con la Seguridad del Estado.
"Su casa fue intervenida y él detenido mientras su abuela, con la que vive, gritaba por él", contó la activista en su denuncia en redes sociales.
Por último comentó la detención arbitraria del activista Ángel Cuza el pasado miércoles, cuando se presentó a una citación policial. "Actualmente se cree que está en la prisión conocida como Villa Marista", indicó González.
La activista aseguró que la sociedad civil cubana acompañará estos casos de personas valientes que han alzado la voz para denunciar la represión en Cuba.
El Estado cubano mantiene un continuo asedio sobre los activistas, periodistas independientes y líderes opositores en la isla.
Además de las detenciones arbitrarias,el régimen promueve otras formas represivas como actos de repudio, multas de miles de pesos y actos para dañar la estabilidad emocional de las personas como vandalizarles las fachadas de las casas.
A mediados de marzo derramaron un barro pestilente en el portal de la casa de Saily González sobre las 5:30 de la mañana.
Tiraron un saco cargado de "un fango apestoso, como de fosa" que presuntamente iba dirigido a atacar a su perro. La madre de la activista alcanzó a ver al responsable y denunciaron que podría ser un agente de la Seguridad del Estado.
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