El científico y activista Ariel Ruiz Urquiola se mostró insatisfecho este viernes con la respuesta de la Relatora sobre los derechos de los defensores de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Sra. Mary Lawlor, quien declaró que a su hermana Omara “se le debe permitir el regreso” a Cuba.
“La Sra. Omara Isabel no debe entrar a casa. ¡La Sra. Omara Isabel tiene todo el derecho de entrar a casa!”, expresó el activista en un correo electrónico enviado a la oficina de la Relatora, evidenciando la inconformidad y el malestar que le provocaron los términos empleados por Lawlor para transmitir su parecer a las autoridades cubanas.
Según le exigió el activista, en huelga de hambre y sed desde el pasado 4 de julio frente a la sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, la Relatora encargada de proteger a los defensores de derechos humanos debió ser más contundente en su mensaje.
“La Sra. Mary Lawlor debió reconocer las múltiples violaciones atroces contra los derechos y libertades de los hermanos Ruiz Urquiola y pedir cuentas al ‘gobierno’ cubano para luego exigirle el regreso a casa [de Omara]”, consideró el activista que entra en su sexto día de privación de líquidos y alimentos frente al palacio Wilson, sede de la Oficina del Alto Comisionado.
La respuesta de Ruiz Urquiola fue motivada por la recibida desde la oficina de Lawlor, en la que se le informaba que la Relatora se había pronunciado públicamente en las redes sociales sobre el caso denunciado por el científico, en relación con la reciente decisión de las autoridades cubanas de negar la entrada a territorio nacional a Omara, quien se encontraba en Estados Unidos recibiendo un tratamiento médico.
“Estimado Sr. Urquiola: Agradecemos nuevamente su denuncia que estamos procesando. Quisiéramos avisarle que Mary Lawlor, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de Derechos Humanos, acaba de expresarse públicamente sobre su caso”, informaron este viernes al activista los funcionarios de Naciones Unidas.
Afirmando estar en sus cabales a pesar de llevar cinco días de huelga de hambre y sed, el activista preguntó indignado “¿creen ustedes que el pronunciamiento justo de la Sra. Mary Lawlor como Relatora sobre los derechos de los defensores de los DD.HH. es coherente con mis reclamos y crímenes cometidos contra Omara Isabel y Ariel Ruiz Urquiola?”.
Para el científico, la respuesta evidencia una tibieza perniciosa, en cuanto no condena con contundencia una flagrante violación de los derechos humanos de una ciudadana cubana. “Se le debe permitir el regreso”, según Ruiz Urquiola, no son los términos adecuados a una denuncia ampliamente documentada como la que alegan los hermanos haber entregado.
En su lugar, el activista cree que el mensaje adecuado de la funcionaria debió haber sido más contundente, demostrando estar al tanto del expediente completo de violaciones denunciadas y exigiendo a las autoridades del régimen cubano el inmediato levantamiento de las restricciones que le impiden a su hermana volver a casa.
“Si mi hermano muere será responsabilidad del Alto Comisionado”, afirmó este viernes la activista y profesora universitaria, Omara Ruiz Urquiola, a la vez que criticó los tiempos de los organismos internacionales y las principales organizaciones no gubernamentales (ONG’s) dedicados a promover los derechos humanos.
Las “metodologías fallidas” y la burocracia de las organizaciones internacionales, en especial las de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, serán las responsables de lo que suceda con el activista cubano, Ariel Ruiz Urquiola, según expresó en una directa de redes sociales.
Asimismo, desde Estados Unidos, la activista expresó su alarma por lo que consideró un “entendimiento” entre la actual administración del presidente Joe Biden y la cúpula de un régimen que viola los derechos humanos de sus ciudadanos, tomando como ejemplo su propio caso, impedida de volar a Cuba por la aerolínea estadounidense Southwest Airlines, que obedeció instrucciones desde La Habana.
“A mí no me han empoderado estos arreglos entre la dictadura y las empresas estadounidenses, con la anuencia de la actual administración”, denunció Omara, quien volvió a calificar como “instituciones fallidas” todas aquellas que trabajan para consolidar el régimen de los Derechos Humanos en el mundo, y apuntó una vez más a la Oficina del Alto Comisionado como responsable de la vida de su hermano.
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