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Impiden entrada de cubanos a hoteles en La Habana

"Que no exista la prohibición no quiere decir que no esté ocurriendo, pero además es de conocimiento del Gobierno", dijo un funcionario del Ministerio de Turismo al portal Cubanet.

Hotel Capri © CiberCuba
Hotel Capri Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 1 año

Recientes denuncias en redes sociales confirman que la entrada de cubanos está prohibida a muchos hoteles de La Habana, una razón que según investigaciones de medios independientes responde a la desvaluación de la moneda nacional.

El portal de noticias Cubanet indagó al respecto y confirmó que entre las excusas más recurrentes para impedir que los cubanos reserven o disfruten de algún servicio están: "Estamos a tope", "esperamos una delegación muy grande", "solo estamos atendiendo huéspedes", "no quedan capacidades", "estamos celebrando una boda".

Incluso en las cafeterías de estas instalaciones los dependientes dicen que "el servicio es solo para huéspedes", detalló el medio.

El Ministerio de Turismo y las empresas hoteleras, tanto extranjeras como las nacionales, no se han pronunciado oficialmente al respecto, pero un funcionario de esa cartera dijo bajo condición de anonimato que "hasta el momento no existe prohibición alguna emitida por la institución gubernamental, pero varios establecimientos, de modo individual, han emprendido acciones con el objetivo de evitar pérdidas al comercializar sus servicios en pesos cubanos".

"Que no exista la prohibición no quiere decir que no esté ocurriendo, pero además es de conocimiento del Gobierno", señaló la fuente.

Explica que simplemente "han preferido mirar a otro lado antes que pagar las deudas y permitir un reajuste de precios. Se han empeñado en querer demostrar que la moneda nacional tiene valor cuando la realidad nos está diciendo que no (…). El Ministerio (de Turismo) ha hecho recomendaciones sobre la necesidad de establecer excepciones con determinados establecimientos de altos estándares; de hecho ninguno de esos hoteles se comercializa a cubanos en los burós de reservaciones", agregó.

Varios trabajadores de hoteles como el Nacional, Capri, Manzana Kempinski, Grand Aston, Paseo del Prado y Grand Packard dijeron a ese medio de prensa que estas instalaciones "están obligadas a comercializar un mínimo de servicios en pesos cubanos, para clientes nacionales", pero "no resulta rentable comercializar en pesos cubanos, a una tasa de cambio poco realista, muy inferior a la del mercado informal".

Sin embargo, el régimen no habla del tema para mantener una imagen, pues los convenios que orientan comercializar servicios para nacionales en pesos cubanos responde a objetivos estrictamente políticos, y no ha sido cumplido por la parte cubana.

El régimen de La Habana se habría comprometido con la parte extranjera que maneja los hoteles a abonar en divisas los montos recaudados en moneda nacional, de acuerdo con una tasa de canje fija convenida con anterioridad, pero no ha pagado.

Uno de estos directivos extranjeros, representante de uno de los hoteles con más denuncias, dijo a Cubanet que "hay una deuda acumulándose y, como nos han comunicado (el banco cubano) en varias ocasiones, no es posible liquidar por el momento".

"No se trata de discriminar a los cubanos, para nada (…). Mi esposa es cubana, es una medida de protección, porque de no hacerlo terminaríamos cerrando (…), se le ha pedido al Gobierno actualizar el acuerdo, pero hasta el momento no hay respuesta; tampoco hemos podido ajustar precios a un tipo de cambio similar al de la calle porque estamos esperando respuesta (…), hoy nuestros precios, aunque son altos, están muy por debajo de los precios de cualquier paladar (restaurante privado) de La Habana. La gente ha hecho sus cuentas. Nosotros también, y no es negocio", argumentó.

Recientemente, un reporte de Diario de Cuba abordó el mismo tema. En esa ocasión una cubana afirmó que tardó 15 días en lograr que el hotel Manzana Kempinski le admitiera una reserva para cenar en el restaurante, y al llegar el local estaba casi vacío y no se llenó durante toda la velada. Los precios de estos restaurantes están establecidos al cambio oficial, por lo que resultan menos caros que en cualquier paladar de La Habana.

Un portero de esa instalación dijo a DDC que hay algunas orientaciones del hotel al respecto: "Cuando la venta a extranjeros está buena, dejamos libre acceso a los cubanos. Esa es mi indicación y yo solo cumplo, capto las señas y conservo mi trabajo y mis ganancias. En este trabajo preguntar no es bueno, eso sí te lo puedo asegurar", explicó.

El pasado mes el cubano Ricardo Acostarana denunció en Facebook que le fue negada la entrada al Hotel Nacional, e indicó que se trataba de una práctica discriminatoria cada vez más frecuente de Cuba.

En una publicación de Facebook el hombre dijo que intentó entrar a los jardines del hotel con un amigo para comprar cervezas, pero no le permitieron el acceso "porque la instalación estaba llena". Cuando Acostarana le rebatió que era imposible en medio de la temporada baja de turismo, el vigilante agregó: "Yo no estoy para discutir la orden. ¿Qué tú quieres que haga?".

El pasado 3 de septiembre el cubano Randol Doval denunció haber sido expulsado de la acera donde se encuentra el hotel Grand Aston, perteneciente al consorcio militar GAESA, en El Vedado: "Es la segunda vez que yo me paro en esta acera, me recuesto allí al murito que ven acá, y el custodio viene y me bota, me dice que no puedo estar parado aquí; esta acera tal pareciera que es de una embajada, que es de otro país", explicó en un video de Facebook.

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