El proyecto del Tren Maya, uno de los planes del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se enfrenta a otro revés al existir una deuda millonaria, situación que afectaría económicamente a Cuba, el principal abastecedor de piedra balasto, reveló el periodista Mauricio Flores.
Esta semana se podría dejar de importar el producto cubano para su construcción, lo que se suma a otros tropiezos que han retrasado y encarecido la ejecución del proyecto, explicó Flores a través de una columna en el periódico Eje Central.
De acuerdo con el artículo, dos barcos con piedra balasto destinados para el Tramo 5 se encuentran frente a las costas de Quintana Roo desde enero, sin poder desembarcar más que unas pocas toneladas, debido a que sus contratistas se niegan a pagar una deuda de ocho millones de dólares.
Flores aseguró que estos barcos están a punto de zarpar de regreso a Cuba.
El conflicto se debe a la incapacidad del gobierno federal para contar con un muelle cercano a Puerto Morelos con capacidad para recibir barcos de ese calado.
Además, López Obrador ordenó cerrar el único embarcadero industrial de la zona, el de Sac-Tun, con la decisión de clausurar la operación minera de Vulcan Materials por supuestos daños ambientales, según los argumentos de la Secretaría del Medio Ambiente.
El cierre implicó cerrar el puerto industrial adecuado para mover dos millones de toneladas de balasto requerido para estabilizar las vías del Tramo 5, explicó Flores.
Por su parte, la clausura de Sac-Tun dio origen a un litigio de arbitraje internacional en el que Vulcan exige una indemnización de 1,900 millones de dólares a México, con el argumento de que el cierre de su explotación minera respondía a los intereses del Grupo Vidanta, cuyo presidente es asesor empresarial para el Tren Maya, por construir en ese sitio un complejo de atracciones turísticas.
Para suplir la falta de piedra balasto, el Grupo INDI compró piedra a Miguel Díaz-Canel, en Cuba, sin embargo, no pudieron procurar el puerto de descarga de los barcos, por lo que se ha acumulado una deuda estimada en ocho millones de dólares.
Este nuevo retraso podría generar un conflicto internacional y podría afectar la relación entre México y Cuba. Solo la gestión de Fonatur, la empresa a cargo de la construcción del Tren Maya, puede impedir una situación que, de no resolverse, podría propinar otro golpe a los tiempos de ejecución del proyecto, que según López Obrador, entrará en operación en diciembre próximo.
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