Donald Trump volvió a agitar el panorama político y económico internacional con declaraciones altisonantes y una retórica barriobajera y provocadora.
Durante un discurso este martes ante el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC), el presidente estadounidense alardeó de su agresiva política arancelaria asegurando que líderes extranjeros “le besan el culo” para lograr acuerdos comerciales.
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“Se mueren por tener un acuerdo. ‘Por favor, haré lo que sea, señor, haré lo que sea’”, ironizó Trump, imitando voces suplicantes de mandatarios que presuntamente negocian mejores condiciones para el intercambio comercial entre sus naciones.
Su afirmación llega en medio de una nueva oleada de aranceles impuesta por su equipo, que ha entrado en vigor esta madrugada: un 20% para productos de la Unión Europea y hasta un 104% para importaciones desde China.
El impacto no se ha hecho esperar. Los mercados reaccionaron con fuertes caídas y la respuesta internacional ha sido inmediata. Economistas, líderes políticos y hasta magnates estadounidenses como Elon Musk, que forma parte de su gabinete, han expresado su alarma por la estrategia comercial de Trump.
La incertidumbre en los mercados ha alcanzado cotas inéditas, llevando a los inversores que hasta ahora se mantenían al margen, a lanzar declaraciones criticando abiertamente las políticas del mandatario.
Pero Trump no solo disparó contra gobiernos extranjeros. También atacó a sus compañeros de partido: “Y luego veo a algunos republicanos rebeldes decir que el Congreso debería encargarse de las negociaciones. Mira, tú no negocias como yo negocio”, afirmó, en tono desafiante.
Estas declaraciones se suman a la creciente preocupación dentro del Partido Republicano por el alcance del poder presidencial en materia comercial. En ese sentido, varios senadores han comenzado a promover medidas para limitar su capacidad de imponer aranceles de forma unilateral.
La escalada verbal y arancelaria de Trump vuelve a poner en tensión a los mercados y a evidenciar las fracturas internas en el bloque republicano, mientras el presidente continúa alimentando su narrativa de fuerza de cara al nuevo ciclo electoral.
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