La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de varias facultades de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) emitió este sábado un comunicado conjunto donde rechazaron abiertamente las nuevas tarifas anunciadas la víspera por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).
En una postura inusualmente crítica para una organización alineada con el oficialismo desde el triunfo de la llamada “revolución”, los estudiantes denunciaron que el llamado “tarifazo” de ETECSA restringe el derecho fundamental a la información, la educación y la comunicación, pilares esenciales para su desarrollo académico.
Según el comunicado difundido en redes sociales, las nuevas medidas —que limitan las recargas en moneda nacional a solo 360 CUP por cada 30 días y obligan a pagar precios desorbitantes por paquetes adicionales— representan un obstáculo directo para cumplir sus responsabilidades educativas y profesionales.
“El encarecimiento de las recargas de datos más allá de los 6GB constituye un obstáculo que dificulta el cumplimiento de nuestras responsabilidades educativas y profesionales”, señaló el texto publicado en redes sociales por la FEU de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la UH, firmado además por las representaciones estudiantiles de las facultades de Química, Filosofía e Historia, Matemática y Computación, el InSTEC y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI).
El malestar se ha gestado a partir del nuevo esquema tarifario que, en la práctica, ha dolarizado los servicios principales de datos móviles. Con un salario medio que ronda los 4,000 CUP, estudiantes y profesionales se ven ahora forzados a pagar más de 3,000 CUP por solo 3 GB adicionales de datos —o recurrir a planes en dólares con precios inalcanzables para quienes no reciben remesas.
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La ola de indignación provocada por estas medidas no ha dejado de crecer. Lo que comenzó con miles de comentarios críticos en redes sociales y sitios oficialistas, se ha transformado en una cascada de reacciones desde distintos sectores sociales. Esta declaración de la FEU, sin embargo, reviste especial importancia simbólica por provenir del seno mismo de la institucionalidad juvenil del país.
El comunicado insistió en la disposición de los estudiantes a mantener el diálogo con las autoridades competentes, pero exigió una revisión urgente de las medidas y la búsqueda de alternativas que contemplen las realidades económicas de los sectores más vulnerables, como el estudiantado.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa del acceso libre y equitativo a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)”, agregó el mensaje. “Estas disposiciones resultan perjudiciales para el desarrollo integral de la juventud y la sociedad en general”.
En su cierre, los estudiantes reiteraron su intención de continuar trabajando para que el acceso a internet en Cuba se reconozca y se garantice como un derecho universal, no un privilegio reservado para quienes puedan pagarlo en divisas o recurrir al mercado informal.
Este comunicado llega apenas horas después de la transmisión de una Mesa Redonda donde directivos de ETECSA defendieron las medidas como necesarias para sostener la infraestructura tecnológica del país. Sin embargo, la respuesta oficial no ha logrado contener el descontento.
El pronunciamiento de la FEU representa un desafío político que pone en evidencia la fractura entre la narrativa oficial y la experiencia cotidiana de una juventud altamente conectada, dependiente del acceso a internet para estudiar, investigar, informarse y mantener vínculos familiares. Y todo ello, en un país que atraviesa uno de sus peores momentos de crisis energética, alimentaria y migratoria.
El silencio oficial ante este rechazo público estudiantil podría marcar un punto de inflexión en el tipo de respuestas que ETECSA —y el propio Estado— deberá dar... si aspira a mantener algo más que cobertura técnica sobre la juventud cubana.
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