En medio de una profunda crisis de abasto, autoridades del gobierno provincial de Santiago de Cuba admitieron esta semana la drástica reducción en la oferta y distribución de productos normados a través de la libreta de racionamiento, situación que afecta de forma directa a miles de familias en el oriente del país.
Durante un espacio informativo de la televisora local Tele Turquino, funcionarios de varias empresas estatales expusieron las limitaciones existentes en sectores clave como energía, alimentación, aseo, panadería, transporte y distribución de agua.
En materia alimentaria, se informó que la entrega de arroz y azúcar correspondientes a meses anteriores solo está siendo posible gracias a donativos internacionales.
El arroz, destinado al mes de mayo, llegará únicamente a los grupos etarios de 0 a 13 años y mayores de 60, mientras que el azúcar cubrirá parcialmente las cuotas del mes de marzo en algunos municipios.
El aceite, por su parte, comienza a distribuirse por tramos en Santiago de Cuba, proveniente de la provincia de Camagüey.
En cuanto a productos de aseo, solo se dispone de jabón de tocador y detergente, y en cantidades mínimas, y las entregas se realizan de forma parcial y aún hay distritos pendientes por completar.
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En el caso del cigarro, los municipios fuera de la cabecera provincial ya recibieron la cuota hasta mayo, pero en la ciudad de Santiago de Cuba todavía se están entregando productos de marzo.
El pan normado, un alimento esencial en la dieta diaria, también enfrenta serias limitaciones: la provincia recibe solo dos rastras de harina en días alternos, mientras que la provincia consume 25 toneladas diarias, de ahí que las entregas se hacen de manera rotativa y con atrasos.
Sobre el gas licuado, se anunció la reanudación del servicio en 32 puntos de venta priorizados, con énfasis en zonas de edificios multifamiliares.
Sin embargo, no se precisó una fecha para la normalización del servicio, luego de que muchas personas no recibieran el producto que supuestamente estaba garantizado en la entrega anterior.
El acceso al agua potable continúa siendo otro de los grandes desafíos: en zonas del litoral, los ciclos de distribución superan los 25 o 30 días, debido a la parada por mantenimiento del sistema de rebombeo principal.
La empresa Agua Santiago indicó que se han activado pozos con energía solar y eléctrica para cubrir parte del déficit.
En cuanto al transporte urbano, se anunció la incorporación, a partir de julio, de 20 nuevos vehículos con aire acondicionado y la expansión de rutas mediante triciclos eléctricos y bases adicionales.
Las autoridades aseguran que esto permitirá mejorar la movilidad en trayectos cortos y zonas con baja pendiente.
La primera secretaria del Partido en la provincia, Beatriz Johnson Urrutia, y el gobernador Manuel Falcón Hernández, llamaron a mejorar la comunicación con la ciudadanía y contextualizar la información para “lograr un mayor entendimiento de la población”.
Mientras tanto, la escasez y el racionamiento siguen marcando el día a día de miles de hogares en Santiago de Cuba, donde cada producto normado se ha vuelto una rareza y el calendario de entrega, una promesa incierta.
Preguntas frecuentes sobre la escasez en Santiago de Cuba
¿Por qué hay una drástica reducción en la oferta de productos normados en Santiago de Cuba?
La drástica reducción en la oferta de productos normados se debe a una profunda crisis de abasto que afecta a sectores clave como la energía, alimentación, aseo y transporte. Esta situación ha sido admitida por las autoridades del gobierno provincial de Santiago de Cuba.
¿Cómo afecta la escasez de productos normados a la población de Santiago de Cuba?
La escasez afecta gravemente a miles de familias en Santiago de Cuba, donde cada producto normado se ha vuelto una rareza y el calendario de entrega una promesa incierta. Los productos básicos como arroz, azúcar, aceite y pan enfrentan serias limitaciones, y las entregas se realizan de manera parcial y con atrasos.
¿Qué medidas se están tomando para mejorar la distribución de productos normados?
Las autoridades han intentado implementar una logística de emergencia y han activado pozos con energía solar y eléctrica para cubrir el déficit de agua. Sin embargo, no se han proporcionado fechas concretas para la normalización del servicio de gas licuado, ni soluciones efectivas para la distribución de alimentos y otros productos básicos.
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