El municipio especial Isla de la Juventud apenas logra sostener una generación eléctrica de poco más de 18 megavatios (MW), muy por debajo de los 48 MW de capacidad instalada.
Hace tan solo unos días había descendido a los 11 MW debido a disímiles averías en sus unidades, informó el periódico oficial Victoria.
La caída de la generación, que se profundizó desde el 4 de junio, ha provocado apagones prolongados, especialmente entre las 9:00 p.m. y las 4:00 a.m., con el punto crítico alrededor de las 11:00 p.m, “con impacto severo en el horario de descanso de la población y su desempeño diario”, confirmó Fermín Molina Alfonso, director técnico de la Empresa Eléctrica pinera.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, Molina explicó que la situación se agravó cuando la unidad cinco salió del sistema por mantenimiento y, casi simultáneamente, la unidad cuatro sufrió una avería grave. Esta última, en funcionamiento desde 1999 y sin las actualizaciones recomendadas por su fabricante, quedó detenida indefinidamente a la espera de asistencia técnica extranjera.
Como medida de urgencia, se trasladó su generador a la unidad tres, aunque esta también requiere reparaciones y no tiene operatividad plena por falta de piezas.
Este colapso parcial forzó a la Empresa Eléctrica a redistribuir la energía disponible mediante un esquema por circuitos mixtos que alcanza tanto a entidades estatales como privadas, pero impacta con mayor severidad al sector residencial.
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El déficit impide cubrir la demanda promedio del territorio, calculada en 26 MW, lo que deja a la población en desventaja directa frente al consumo institucional.
En paralelo, se trabaja en la recuperación de motores antiguos, como los generadores MAN inactivos desde hace más de dos décadas. Su rehabilitación, con apoyo técnico extranjero, podría aportar 10 MW adicionales, aunque sin una fecha concreta para su entrada en funcionamiento.
También se prevé la reincorporación de dos unidades que sumarían 3 MW más a inicios de la próxima semana, mientras continúa el mantenimiento de las unidades tres y cinco, con la expectativa de recuperar 5 MW adicionales hacia la primera quincena de julio.
El panorama no mejora en cuanto a respaldo técnico. A las brigadas locales se han sumado trabajadores de Sancti Spíritus y de varias entidades nacionales, quienes intentan, en jornadas extendidas, reducir el impacto de los apagones. No obstante, la solución definitiva sigue atada a la llegada de piezas y recursos que no están disponibles en el país.
Las restricciones energéticas impuestas por el Consejo Energético Municipal incluyen la suspensión del uso de climatización en oficinas no tecnológicas, el cierre de bares privados antes de las 6:00 p.m. y el uso obligatorio de grupos electrógenos en instalaciones que los posean. Los servicios esenciales como panaderías y acueducto de Nueva Gerona han sido priorizados en los llamados “circuitos críticos”.
En el mediano plazo, las autoridades han apostado por un programa de ampliación del parque solar con 15,5 MW en paneles fotovoltaicos y sistemas de almacenamiento para uso nocturno. También impulsan una “transformación cultural” que incentive el uso de la energía durante el día.
Pero ninguna de estas estrategias resuelve la urgencia inmediata de una población que pasa las noches sin corriente eléctrica, con el consecuente desgaste físico y emocional.
La falta de comunicación efectiva también ha sido señalada como un factor agravante. Aunque se ha informado por vías oficiales, la demora en actualizar datos y la ausencia de mensajes claros y empáticos han dado espacio a rumores y desinformación en redes sociales. La necesidad de una estrategia de comunicación coherente y constante sigue pendiente.
A pesar del esfuerzo de los trabajadores eléctricos y de las medidas impuestas, el sistema energético local continúa operando al límite. Las autoridades esperan atravesar los meses de verano sin apagones generalizados, siempre que no ocurran nuevas averías, alegó Molina.
Pero, en las condiciones actuales, eso sigue siendo una apuesta arriesgada.
Durante años, los cubanos repitieron casi como un mantra que “en la Isla de la Juventud no se va la corriente”. Y no era solo una creencia popular, en marzo pasado, medios oficiales reconocieron que ese territorio contaba con generación eléctrica propia, con capacidad suficiente para evitar apagones, incluso durante cortes masivos que afectaban a toda la isla grande.
Pero la realidad desmontó el mito y el territorio insular comenzó a padecer los apagones programados al igual que se extienden a lo largo del día y la madrugada en el resto del país.
Muchos hacen notar que el inicio de los cortes eléctricos programados comenzaron tras la visita del gobernante Miguel Díaz-Canel, quien se desplazó al municipio especial en compañía del comandante Ramiro Valdés -al frente de la estrategia de "recuperación" del Sistema Eléctrico Nacional- para asistir al acto central por los 70 años de la excarcelación del dictador Fidel Castro del conocido como Presidio Modelo.
La crisis ha desatado un inédito movimiento de descontento ciudadano que va más allá de simples reclamos por los apagones. Usuarios de redes sociales difundieron recientemente mensajes pidiendo la independencia de este territorio cubano, exigiendo una república propia, libre del control del gobierno central en La Habana.
La crisis energética en Cuba profundiza su gravedad con cifras que no dejan lugar a dudas. Este sábado 29 de junio, el país registró una afectación máxima de 1,936 megavatios (MW), en lo que constituye la peor jornada del año y un nuevo récord dentro de una cadena de colapsos del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
Preguntas Frecuentes sobre la Crisis Energética en la Isla de la Juventud
¿Cuál es la situación actual de la capacidad eléctrica en la Isla de la Juventud?
La Isla de la Juventud enfrenta una grave crisis energética, con una generación eléctrica de solo 18 megavatios (MW), muy por debajo de su capacidad instalada de 48 MW. Este déficit ha causado apagones prolongados, especialmente durante la noche. La situación se agravó debido a múltiples averías y la falta de mantenimiento adecuado en las unidades generadoras.
¿Qué medidas está tomando el gobierno para resolver la crisis energética en la Isla de la Juventud?
El gobierno ha implementado medidas de urgencia como la redistribución de energía mediante un esquema por circuitos mixtos y priorizando servicios esenciales. Se está trabajando en la recuperación de motores antiguos y en la ampliación del parque solar para mejorar la capacidad de generación. Sin embargo, la solución definitiva sigue dependiendo de la llegada de piezas y recursos que actualmente no están disponibles en el país.
¿Cómo afecta la crisis energética a la población de la Isla de la Juventud?
La crisis energética ha tenido un impacto severo en la vida diaria de los habitantes de la Isla de la Juventud, con apagones prolongados que afectan el descanso nocturno y las actividades diarias. El déficit de energía ha favorecido al consumo institucional sobre el residencial, dejando a la población en desventaja. Además, la falta de comunicación efectiva ha generado desinformación y malestar entre los ciudadanos.
¿Qué papel juegan las energías renovables en la solución de la crisis energética en la Isla de la Juventud?
Las autoridades han apostado por un programa de ampliación del parque solar, con 15,5 MW en paneles fotovoltaicos y sistemas de almacenamiento para uso nocturno. Sin embargo, estas estrategias no resuelven la urgencia inmediata de la población, que sigue sufriendo apagones. Aunque las energías renovables son una parte de la solución, su implementación aún no ha alcanzado el nivel necesario para suplir el déficit actual.
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