Niegan libertad condicional a los hermanos Menéndez, hijos del empresario cubano José Menéndez

Los hermanos cumplen cadena perpetua por el asesinato a tiros de sus padres, el 20 de agosto de 1989, en la residencia familiar en Beverly Hills.

Los hermanos Menéndez © Wikipedia
Los hermanos Menéndez Foto © Wikipedia

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Después de más de tres décadas en prisión, los hermanos Erik y Lyle Menéndez no podrán salir en libertad condicional, al menos por ahora.

Una junta penitenciaria del estado de California les negó esta semana la solicitud tras dos intensas audiencias realizadas en el Centro Correccional Richard J. Donovan, en San Diego. Acorde a Local 10, la próxima oportunidad para optar a una revisión será dentro de 18 meses.

Los hermanos cumplen cadena perpetua por el asesinato a tiros de sus padres, el 20 de agosto de 1989, en la residencia familiar en Beverly Hills.

Su padre, José Menéndez, era un inmigrante cubano que llegó a Estados Unidos tras el triunfo de la revolución en 1959 y logró construir una exitosa carrera empresarial. Alcanzó notoriedad como vicepresidente de RCA Records, donde trabajó con reconocidas figuras del mundo del espectáculo y fue pieza clave en la consolidación del sello musical.

El ascenso social de José Menéndez simbolizaba el “sueño americano”, pero su vida terminó abruptamente en uno de los crímenes más mediáticos de finales del siglo XX.

Desde su condena en 1996, los hermanos han alegado que actuaron tras sufrir años de abusos sexuales, físicos y psicológicos a manos de su padre, una versión que ha cobrado fuerza en los últimos años gracias a nuevas pruebas y testimonios.


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Durante las recientes audiencias, los comisionados penitenciarios cuestionaron seriamente el historial disciplinario de los reclusos. Ambos fueron señalados por el uso de teléfonos celulares prohibidos en prisión, lo cual, según los oficiales, empaña sus avances de rehabilitación y revela una conducta egoísta.

“Obtuve más de lo que perdí con el teléfono”, admitió Erik Menéndez, quien confesó que lo utilizaba para hablar con su esposa, ver videos en YouTube y consumir contenido para adultos.

Su hermano Lyle también justificó su infracción como un intento por mantener privacidad frente a las intromisiones del personal penitenciario. Sin embargo, los comisionados argumentaron que esta conducta refleja un patrón de ruptura de normas que persiste a pesar de los años.

Además, Erik fue vinculado a una pandilla carcelaria en 2013 y admitió haber colaborado con un fraude fiscal dentro del penal. Dijo haber actuado motivado por el miedo y la necesidad de protección, en un entorno violento donde fue testigo de apuñalamientos y violaciones.

Otro punto que pesó en la decisión fue la brutalidad con la que asesinaron a su madre, Kitty Menéndez. Los comisionados insistieron en que los hermanos no enfrentaban una amenaza inminente y que existían alternativas al homicidio, como acudir a la policía o buscar ayuda familiar.

A pesar del rechazo, los hermanos podrían volver a solicitar una audiencia en 2027 si una revisión administrativa en 2026 resulta favorable.

El caso ha recobrado visibilidad en los últimos años gracias a series como 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez', en Netflix, y documentales que exponen una nueva narrativa sobre los abusos que sufrieron.

Entre las pruebas que más impacto han tenido figura una carta escrita por Erik en 1988, donde describe el temor que sentía por los abusos de su padre. También ha sido clave el testimonio del exintegrante de Menudo, Roy Roselló, quien acusó a José Menéndez de haberlo violado cuando era adolescente, durante su etapa como ejecutivo de RCA.

Más de una docena de familiares, incluidos parientes del propio José Menéndez, hablaron ante la junta para apoyar la liberación de los hermanos. “Aunque amo a mi hermano, he perdonado completamente a Erik”, declaró su tía Teresita Menéndez-Baralt, enferma de cáncer terminal.

La sobrina nieta de Kitty, Natascha Leonardo, ofreció recibirlos en Colorado y brindarles un hogar estable.

“Estamos tristes, pero no rendidos”, dijo la familia en un comunicado. “Erik y Lyle son hombres que han cambiado y merecen una segunda oportunidad”.

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