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Al igual que en la provincia de Camagüey, Sancti Spíritus comenzará el curso escolar 2025-2026 con unas 2,000 plazas de profesores sin cubrir, lo cual golpea directamente la calidad de la enseñanza.
Ello se traducirá en jubilados obligados a regresar a las aulas, profesionales reciclados como maestros y estudiantes forzados a aprender en condiciones precarias.
De acuerdo con el periódico oficial Escambray, la provincia espirituana llega a septiembre con solo 68 % de cobertura docente, lo que la convierte en una de las más afectadas del país, y arrastra un problema que no ha logrado resolver a pesar de años de planes, estrategias y discursos oficiales.
Entre las medidas adoptadas, más de 300 profesores retirados volverán a las aulas, mientras otros maestros asumirán sobrecargas laborales por pagos que siguen siendo insuficientes frente al costo de la vida en Cuba.
A ello se suma la incorporación improvisada de economistas y contadores para impartir Matemática, una de las asignaturas más golpeadas por la escasez.
La cantera de formación pedagógica tampoco garantiza un relevo sólido: de más de 400 plazas disponibles en las escuelas solo se cubrió la mitad, muchos jóvenes entraron por descarte y apenas el 48 % logra graduarse.
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Este año, se prevé la incorporación de los casi 300 graduados el año anterior de escuelas pedagógicas, más los 70 egresados de nivel superior o los que a partir de tercer y cuarto año de formación académica comienzan sus prácticas laborales, aunque la cifra está lejos de cubrir la demanda.
Asimismo, la llamada tarea “Educando por amor” apenas suma 50 universitarios de especialidades técnicas y del área de Humanidades, dirigida a respaldar el proceso docente-educativo.
Pero la realidad es que, a pesar de estas alternativas, “persiste un déficit de 162 plazas docentes para las que hasta el momento no hay alternativa”, subrayó el medio de prensa.
El déficit de educadores ya se refleja en bajas calificaciones y exámenes de ingreso cada vez peores, un deterioro ligado directamente a la falta de maestros capacitados o la idoneidad de quienes asumen los procesos educativos.
El panorama se agrava con viejos problemas sin resolver: escasez de uniformes, 45 escuelas evaluadas de regular o mal en su estado constructivo -nueve en condiciones críticas por falta de higiene-, libros deteriorados que no han podido reponerse y recursos digitales fuera del alcance de muchas familias.
En los centros internos, como las escuelas pedagógicas y el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (Ipvce) Eusebio Olivera Rodríguez, las pésimas condiciones de transporte y alimentación desmotivan a los estudiantes -rechazan permanecer en centros internos lejanos a sus municipios de residencia-, lo cual complica aún más la formación de futuros profesionales.
Pese a este escenario, el próximo lunes miles de niños y jóvenes espirituanos volverán a las aulas sostenidos por el esfuerzo de docentes agotados, jubilados reinsertados y familias que cargan sobre sus hombros un sistema que cada septiembre tropieza con los mismos males.
Recientemente trascendió que la provincia de Camagüey enfrenta el nevo periodo lectivo con un déficit superior a los 2,000 maestros, lo que equivale a una cobertura de apenas 75,5%, lo cual evidencia la incapacidad del sistema para garantizar la totalidad de las clases a unos 98,000 estudiantes matriculados.
Cuba inició el curso escolar 2024-2025 con un déficit de 24,000 profesores, en un contexto de un elevado éxodo migratorio, así como una galopante inflación y bajos salarios y pensiones, como parte de la crisis multisistémica en que se encuentra hundida la isla.
El déficit de docentes se concentra sobre todo en la enseñanza secundaria y en los preuniversitarios de ciencias exactas, tanto en La Habana como en otras provincias del occidente y centro del país.
Más de 1,5 millones de estudiantes cubanos se preparan para iniciar el 1 de septiembre un nuevo curso escolar en medio de apagones, déficit de uniformes y el deterioro de las infraestructuras educativas.
Citada por el portal oficialista Cubadebate, la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, admitió que la apertura depende de “soluciones creativas” y del apoyo comunitario.
Contrastó que, por ejemplo, Santiago de Cuba asegura 99 % de cobertura docente, pero que no existe homogeneidad en el país y que muchas aulas solo pudieron prepararse gracias a cooperativas, empresas locales y familias.
La industria textil tampoco logró cubrir la demanda. De los más de 3,6 millones de uniformes previstos, apenas se produjeron 2,2 millones.
El pasado miércoles, el programa televisivo Mesa Redonda, la propia Trujillo que los estudiantes cubanos deberán compartir una misma libreta entre dos asignaturas, a partir de la denominada “norma ajustada”, reflejo de la precariedad que abarca la educación pública.
Lo que en el lenguaje oficial suena técnico, en la realidad significa que un niño de primaria tendrá tres cuadernos para seis materias, o que en secundaria deberá partirlos por mitades para que alcance. Y si la familia no logra pagar los 200 CUP que cuesta una libreta en el mercado negro, el estudiante tendrá que arreglárselas como pueda.
Preguntas Frecuentes sobre la Crisis Educativa en Sancti Spíritus
¿Por qué existe un déficit de maestros en Sancti Spíritus?
El déficit de maestros en Sancti Spíritus se debe a la falta de cobertura docente, que solo alcanza el 68 %. Esto se traduce en un déficit de 2,000 plazas sin cubrir, exacerbado por el éxodo de profesionales hacia el sector privado, la baja matrícula en carreras pedagógicas y la insatisfacción con los bajos salarios. A pesar de las medidas adoptadas, como reincorporar a profesores jubilados y contratar a profesionales de otras áreas, la situación no mejora y sigue afectando la calidad educativa.
¿Qué impacto tiene el déficit de maestros en los estudiantes de Sancti Spíritus?
El déficit de maestros afecta directamente la calidad de la educación, reflejándose en bajas calificaciones y peores resultados en los exámenes de ingreso. Los estudiantes son obligados a aprender en condiciones precarias, con falta de maestros capacitados, lo que deteriora el proceso educativo y el futuro académico de los jóvenes. Además, la escasez de recursos y el estado deteriorado de las infraestructuras educativas agravan aún más la situación.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano para enfrentar la falta de maestros?
El gobierno cubano ha implementado medidas como reincorporar a más de 300 profesores jubilados, contratar a profesionales de otras áreas y sobrecargar a los maestros actuales. Sin embargo, estas soluciones han resultado ser paliativas y no abordan la raíz del problema. La falta de incentivos salariales y la precariedad de las condiciones laborales han hecho que estas medidas no logren estabilizar el sistema educativo de manera efectiva.
¿Cómo afecta la situación económica de Cuba a la crisis educativa en Sancti Spíritus?
La crisis económica en Cuba, caracterizada por la inflación y bajos salarios, ha intensificado la crisis educativa en Sancti Spíritus. La precariedad económica limita la capacidad del sistema educativo para atraer y retener maestros calificados. Además, la falta de recursos básicos, como uniformes y materiales escolares, junto con infraestructuras deterioradas, refleja el impacto directo de la situación económica en la educación de la provincia.
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