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A medida que el servicio eléctrico comienza a restablecerse en el oriente del país tras el paso del huracán Melissa, el resto de Cuba enfrenta un agravamiento del panorama energético, con apagones cada vez más prolongados y un déficit de generación que vuelve a superar los 1,400 MW.
La Unión Eléctrica (UNE) informó este viernes que, aunque en el este del país ya se ha restablecido más del 50 % del servicio -tras varios días completamente a oscuras-, el déficit nacional continúa aumentando.
Mientras las provincias orientales recuperan gradualmente su conexión al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), las del centro y occidente soportan cortes más extensos y frecuentes, un reflejo de la fragilidad estructural del sistema.
Según el reporte oficial, el jueves los cortes se mantuvieron las 24 horas, con una afectación máxima de 1,244 MW, por la salida de la unidad 6 de la termoeléctrica Diez de Octubre. Ello, sin contar otros 334 MW afectados de Las Tunas a Guantánamo por el paso del huracán Melissa.
Para este viernes, el pronóstico para el país se eleva a más de 1,400 MW, pese a que el oriente aún no está plenamente reincorporado a la red, debido a la salida de varias unidades termoeléctricas, la escasez de combustible y la falta de lubricantes para la generación distribuida.
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La disponibilidad del SEN a las 6:00 am era de 1529 MW y la demanda 2107 MW, con 589 MW afectados por déficit de capacidad. Para el mediodía se estima una afectación de 850 MW.
Se encuentran fuera de servicio por averías los bloques 5 y 6 de la CTE Nuevitas, el 2 de la Felton y el 6 de la Antonio Maceo (Renté), y por mantenimiento el 2 de la Santa Cruz y el 4 de la Cienfuegos.
Además, la Guiteras de Matanzas volvió a salir del sistema por "defectos impostergables".
A ello se suman más de 70 centrales de generación distribuida permanecen detenidas por falta de combustible, mientras que otras 120 MW no pueden operar por carencia de lubricantes.
Asimismo, las limitaciones técnicas de 552 MW en el sistema térmico, lo que deja a la isla con una disponibilidad extremadamente precaria frente a una demanda que supera los 2,800 MW en horario pico.
Para el horario pico se estima la entrada de 40 MW de motores que no están operando por falta de combustible y la unidad 5 de la CTE Nuevitas con 55 MW.
La UNE pronostica una disponibilidad de 1495 MW y una demanda máxima de 2830 MW, para un déficit de 1335 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 1405 MW.
En otras palabras, el déficit global del país se mantiene estancado en niveles críticos, prácticamente los mismos que lleva reportando desde hace meses, sin que la recuperación de algunas plantas o la entrada de nuevos parques solares fotovoltaicos logren aliviar la crisis.
En la capital, según la Empresa Eléctrica local, se afectó el servicio eléctrico casi 10 horas, con una máxima afectación de 157 MW a las 6:30 pm. Se restableció el servicio a las 8:20 pm.
"No fue necesario afectar los bloques planificados (2 y 5) a las 10:00 pm. Sin embargo, fue necesario afectar el bloque 4 entre las 6:00 am y las 7:00 am", precisó la nota.
Detrás de las cifras, la realidad cotidiana vuelve a ser la misma: una población exhausta, cocinando con velas o leña, sin agua ni refrigeración, y un gobierno que se limita a emitir partes técnicos sin ofrecer soluciones concretas.
El discurso oficial intenta presentar como un logro el restablecimiento parcial del servicio en las provincias más golpeadas por Melissa, pero la verdad es que los problemas continúan.
Con un sistema eléctrico obsoleto, sin mantenimiento adecuado, con plantas que funcionan a duras penas y una dependencia casi total del petróleo importado, la crisis energética cubana se ha convertido en un ciclo perpetuo de colapsos, remiendos y nuevas averías.
Mientras tanto, los ciudadanos continúan pagando las consecuencias de una gestión marcada por la improvisación y la falta de inversiones reales.
El gobierno promete estabilidad energética, esperanzado en nuevos proyectos de energía renovable, pero la experiencia demuestra que esas promesas se diluyen tan rápido como la luz cuando cae la noche.
Por ahora, ni el huracán ni las reparaciones parciales parecen haber cambiado nada esencial: Cuba sigue sumida en una oscuridad que no depende del clima, sino de años de ineficiencia y abandono estatal.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
¿Por qué se están incrementando los apagones en Cuba?
Los apagones en Cuba se están incrementando debido a un déficit de generación eléctrica que supera los 1,400 MW. Este déficit se debe a la salida de servicio de varias unidades termoeléctricas, la escasez de combustible y la falta de lubricantes para la generación distribuida, además de los daños estructurales causados por el huracán Melissa en el oriente del país.
¿Cuál es la situación actual del sistema eléctrico en el oriente de Cuba?
En el oriente de Cuba, el servicio eléctrico está parcialmente restablecido después del paso del huracán Melissa. Sin embargo, la región aún no está completamente reincorporada al Sistema Eléctrico Nacional debido a los graves daños en las líneas de transmisión, lo que complica el restablecimiento completo del servicio.
¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para solucionar la crisis energética?
Hasta ahora, el gobierno cubano no ha presentado soluciones concretas para resolver la crisis energética. Aunque se mencionan nuevos proyectos de energía renovable, la población sigue enfrentando las consecuencias de una gestión caracterizada por la improvisación y la falta de inversiones reales.
¿Cómo están afectando estos apagones a la vida cotidiana en Cuba?
Los apagones están afectando gravemente la vida cotidiana en Cuba. Las familias tienen que cocinar con velas o leña, y enfrentan la falta de agua y refrigeración. La población está exhausta por la falta de servicios básicos, lo que empeora la calidad de vida en la isla.
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