Nueva alcaldesa de Miami se pronuncia sobre el uso de policías locales para deportar migrantes



Su llegada al cargo supone el fin de una era dominada por liderazgos conservadores y el inicio de una gestión centrada en la eficiencia administrativa, la justicia social y en la protección de la comunidad inmigrante.

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La elección de Eileen Higgins como nueva alcaldesa de Miami no solo ha marco un hito en la historia política local, sino que señala un cambio profundo en el rumbo de la ciudad.

Su llegada al cargo supone el fin de una era dominada por liderazgos conservadores y el inicio de una gestión centrada en la eficiencia administrativa, la justicia social y, sobre todo, en la protección de la comunidad inmigrante.

Con un 59 % de los votos en la segunda vuelta frente al republicano Emilio González, Higgins se convirtió en la primera mujer, la primera demócrata en casi tres décadas y la primera persona no hispana en ocupar la alcaldía desde los años 90.

Su triunfo, impulsado por el voto inmigrante y el desencanto con las políticas de figuras como Donald Trump y Ron DeSantis, ha sido calificado como histórico.

Una visión clara sobre inmigración: “La ciudad nunca debió haber firmado ese acuerdo”

Uno de los ejes más contundentes del discurso de Eileen Higgins ha sido su postura frente a la inmigración.

En una ciudad donde aproximadamente el 70 % de los residentes son hispanos o latinos, la política migratoria no es un tema externo, sino una preocupación diaria para miles de familias.


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Durante su campaña y tras su victoria, Higgins criticó abiertamente el acuerdo 287(g), firmado anteriormente entre la ciudad de Miami y las autoridades de inmigración federales, que permitía a la policía local actuar como agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas).

“La ciudad nunca debió haber firmado ese acuerdo”, sentenció la nueva alcaldesa en reciente entrevista con la cadena Telemundo.

“No hay razón para que en la ciudad de Miami nuestro departamento de policía realice el trabajo de las autoridades federales de inmigración”, añadió.

Estas declaraciones representan una ruptura clara con el enfoque de sus predecesores y se alinean con su promesa de construir una ciudad inclusiva y protectora, donde los inmigrantes no vivan con miedo a ser detenidos arbitrariamente o deportados por cuestiones administrativas menores.

Durante su campaña, Higgins también denunció la instalación del centro de detención conocido como Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades, al que calificó como un lugar donde se han cometido “violaciones de derechos humanos”.

Su mensaje, centrado en la dignidad de los migrantes, resonó especialmente en barrios mayoritariamente inmigrantes como Little Haiti, Doral, Westchester y zonas de Hialeah.

Vivienda y eficiencia: una ciudad que funcione

Además del tema migratorio, Higgins ha puesto sobre la mesa una de las crisis más urgentes que enfrenta Miami: la falta de vivienda asequible. Durante su discurso tras ser electa, criticó la lentitud de la burocracia y la falta de planificación.

“Actualmente, se necesitan dos años para obtener los permisos para construir, digamos, cien unidades de vivienda asequible o para trabajadores. Se podría tardar dos años menos en construir ese proyecto. La burocracia no puede durar más que la construcción”, indicó.

Su propuesta incluye identificar terrenos públicos que puedan ser utilizados para proyectos de vivienda accesible y garantizar que las políticas de urbanismo respondan a las necesidades de los trabajadores y no solo a los intereses de los grandes desarrolladores.

Higgins también busca una alcaldía más eficiente, donde los residentes sean tratados como clientes que merecen servicios de calidad.

“La era de los comisionados gritándose y amenazándose mutuamente con golpes va a terminar”, advirtió, aludiendo al clima de confrontación que ha caracterizado la política municipal en los últimos años.

Una alcaldesa con un perfil singular: Ingeniera, diplomática y gestora

Nacida en Ohio, criada en Albuquerque y asentada en Miami desde hace años, Eileen Higgins no tiene el perfil tradicional de una política local.

Es ingeniera mecánica por la Universidad de Nuevo México y tiene un MBA por Cornell.

Su carrera ha estado marcada por el desarrollo internacional, la cooperación bilateral y la diplomacia: fue funcionaria del Departamento de Estado y dirigió la oficina del Cuerpo de Paz en Belice.

Estas experiencias forjaron una visión de gestión pública basada en la planificación urbana, la eficiencia y el desarrollo humano, pilares de su propuesta electoral.

En sus propias palabras: “Es una gran responsabilidad. Sé que la gente espera mucho de la ciudad de Miami, y prometo trabajar arduamente todos los días”.

Antes de llegar a la alcaldía, Higgins fue comisionada del distrito que incluye la Pequeña Habana, uno de los bastiones del voto cubanoamericano conservador.

Su elección allí fue vista en su momento como una rareza, pero con el tiempo se consolidó como una figura cercana, respetuosa de las tradiciones locales y comprometida con las necesidades de los residentes, independientemente de su estatus migratorio.

Muchos en la comunidad la conocen como “La Gringa”, un apodo que, lejos de ser peyorativo, refleja el afecto y la familiaridad que generó en un entorno históricamente cerrado a candidatos como ella.

Un símbolo de cambio en una ciudad crucial

La elección de Higgins llega en un momento de tensión nacional por el rumbo de las políticas migratorias y el aumento del autoritarismo en ciertos sectores.

Su triunfo se suma a una serie de victorias demócratas en distintos estados del país y fortalece la idea de que el voto hispano no es monolítico, que puede cambiar en función de los intereses reales de las comunidades y no de una identidad política heredada.

A sus 61 años, Eileen Higgins asume el cargo con una plataforma que combina firmeza ética, capacidad técnica y sensibilidad social.

No tendrá amplios poderes ejecutivos -la figura del alcalde en Miami es más simbólica que decisoria en algunos aspectos- pero su liderazgo ya ha reconfigurado el panorama político local.

Ella misma lo expresó con claridad: “Miami eligió un nuevo rumbo. Competencia en vez de caos. Resultados en vez de excusas. Una ciudad que trabaja para todos”.

Su mandato recién comienza, pero la irrupción de Higgins en la escena política ya marca un antes y un después para Miami.

El desafío, ahora, será convertir esa promesa de inclusión, dignidad y eficiencia en una realidad palpable para los cientos de miles de inmigrantes y trabajadores que la eligieron como su voz y su defensora.

Preguntas frecuentes sobre la nueva alcaldesa de Miami y sus políticas migratorias

¿Quién es Eileen Higgins y por qué su elección es significativa para Miami?

Eileen Higgins es la nueva alcaldesa de Miami, marcando un hito como la primera mujer, la primera demócrata en casi tres décadas y la primera persona no hispana en ocupar el cargo desde los años 90. Su elección representa un cambio político significativo en una ciudad históricamente dominada por liderazgos conservadores, impulsando una agenda centrada en la justicia social y la protección de la comunidad inmigrante.

¿Cuál es la postura de Higgins sobre el acuerdo 287(g) entre Miami y ICE?

Eileen Higgins ha criticado abiertamente el acuerdo 287(g), afirmando que “la ciudad nunca debió haber firmado ese acuerdo”. Este programa permite a la policía local actuar como agentes de inmigración, lo cual ella considera innecesario y perjudicial para la comunidad inmigrante de Miami. Su postura se alinea con su compromiso de crear una ciudad inclusiva donde los inmigrantes no vivan con miedo a ser deportados por cuestiones administrativas menores.

¿Cómo planea Eileen Higgins abordar la crisis de vivienda en Miami?

Higgins ha destacado la urgencia de abordar la falta de vivienda asequible en Miami. Propone identificar terrenos públicos para proyectos de vivienda accesible y garantizar que las políticas de urbanismo sean favorables para los trabajadores, no solo para grandes desarrolladores. Critica la burocracia existente que retrasa la construcción de nuevas viviendas y aboga por una administración más eficiente.

¿Qué impacto tiene el centro de detención "Alligator Alcatraz" en la política local de Miami?

El centro de detención "Alligator Alcatraz" ha sido objeto de críticas por parte de Eileen Higgins y otros líderes locales debido a las denuncias de violaciones de derechos humanos y condiciones inhumanas. Este centro representa un punto de tensión en la política migratoria del estado, y su existencia ha sido un factor en la crítica de Higgins hacia las políticas migratorias que priorizan la detención y deportación masiva de inmigrantes.

¿Qué cambios se espera que introduzca Eileen Higgins en la política de Miami?

Se espera que Higgins impulse cambios hacia una administración más inclusiva y eficiente, con énfasis en la justicia social y la protección de los inmigrantes. Su liderazgo promete un enfoque ético y técnico en la gestión pública, buscando resultados concretos en lugar de excusas, y promoviendo una ciudad que funcione para todos sus residentes, independientemente de su estatus migratorio.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un editor antes de su publicación.




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