El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que declara el fentanilo y sus precursores químicos como armas de destrucción masiva, en lo que representa el paso más drástico de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico y las muertes por sobredosis.
La medida, anunciada oficialmente por La Casa Blanca, instruye a los departamentos de Justicia, Estado, Tesoro, Guerra y Seguridad Nacional a desplegar todos los recursos disponibles para perseguir a los carteles, sus redes financieras y las rutas internacionales de tráfico de la sustancia.
El documento califica al fentanilo como “una amenaza química letal” y afirma que “ha cobrado más vidas que muchas guerras”.
Según la orden ejecutiva, la Administración Trump busca aplicar la legislación sobre armas químicas a la producción y el contrabando de opioides sintéticos, con el fin de endurecer penas y ampliar la cooperación internacional en materia de inteligencia.
“El fentanilo ilícito se asemeja más a un arma química que a una droga”, señala el texto, que describe al narcótico como un instrumento de “terror y muerte masiva” usado por redes criminales internacionales.
La Casa Blanca asegura que solo dos miligramos de la sustancia —el equivalente a unos pocos granos de sal— son suficientes para provocar una sobredosis fatal.
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La orden instruye al Fiscal General a presentar cargos penales reforzados, imponer sanciones financieras a bancos y activos vinculados al tráfico, y coordinar con el Departamento de Guerra el uso de recursos de seguridad nacional en caso de una “emergencia química”.
Además, pide actualizar los protocolos de respuesta ante incidentes químicos para incluir al fentanilo como amenaza prioritaria.
El gobierno también ordena al Departamento de Seguridad Nacional rastrear las redes de contrabando transnacional que utilizan rutas y métodos similares a los de proliferación de armas no convencionales.
Trump justificó la medida asegurando que “la nación está bajo ataque químico” y que “los carteles y gobiernos cómplices han convertido al fentanilo en un arma contra el pueblo estadounidense”.
En su comunicado, la Casa Blanca responsabiliza directamente a México, China y Canadá de no controlar el flujo de precursores químicos y de permitir la entrada masiva de la droga al país.
La orden ejecutiva se enmarca dentro de una ofensiva más amplia de la nueva administración republicana, que incluye la designación de ocho carteles como organizaciones terroristas extranjeras, entre ellos el Tren de Aragua, MS-13, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Trump también recordó la firma de la Ley HALT Fentanyl, que incorporó de manera permanente los derivados del fentanilo a la categoría más restrictiva de la legislación antidroga estadounidense.
“El fentanilo es un arma de guerra que mata a nuestros jóvenes. No descansaremos hasta erradicarlo de nuestras calles”, dijo el mandatario al anunciar que su gobierno “no descartará acciones militares” para detener a las redes responsables.
La decisión marca un nuevo capítulo en la política antidroga de Estados Unidos, que pasa de considerar al fentanilo como un problema de salud pública a tratarlo como una amenaza de seguridad nacional, con implicaciones militares y diplomáticas directas en América Latina.
Preguntas frecuentes sobre la declaración de Trump del fentanilo como "arma de destrucción masiva"
¿Por qué Donald Trump declaró al fentanilo como "arma de destrucción masiva"?
Donald Trump declaró al fentanilo y sus precursores químicos como armas de destrucción masiva debido a su alta letalidad y al impacto devastador que está teniendo en la crisis de sobredosis en Estados Unidos. La sustancia es considerada una amenaza química letal que ha cobrado más vidas que muchas guerras, lo que ha llevado a su administración a adoptar medidas drásticas para combatir su tráfico y uso.
¿Qué medidas ha tomado la administración de Trump para combatir el tráfico de fentanilo?
La administración de Trump ha instruido a varios departamentos a desplegar todos los recursos disponibles para perseguir a los carteles de drogas, sus redes financieras y las rutas internacionales de tráfico de fentanilo. Estas medidas incluyen la aplicación de la legislación sobre armas químicas, el uso de sanciones financieras, y la coordinación con el Departamento de Guerra para el uso de recursos de seguridad nacional en caso de emergencia química.
¿Cómo afecta esta declaración a las relaciones con México, China y Canadá?
La Casa Blanca ha responsabilizado a México, China y Canadá por no controlar adecuadamente el flujo de precursores químicos que facilitan la producción de fentanilo. La administración de Trump ha acusado a estos países de permitir la entrada masiva de la droga a Estados Unidos, lo que podría tensar las relaciones diplomáticas y comerciales con estos países. Además, se han implementado aranceles y presiones diplomáticas para que tomen medidas más estrictas contra el tráfico de fentanilo.
¿Qué implicaciones tiene la designación del fentanilo como "arma de destrucción masiva" en la política antidrogas de EE.UU.?
La designación del fentanilo como "arma de destrucción masiva" marca un cambio en la política antidrogas de EE.UU., pues pasa de tratar este problema como una crisis de salud pública a considerarlo una amenaza de seguridad nacional. Esto implica un enfoque más agresivo, con posibles acciones militares, y un aumento en la cooperación internacional para combatir el tráfico de opioides sintéticos.
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