Crisis en el transporte interprovincial en Cuba: "De un parque de 558 ómnibus solo funcionan 219"



Los precios altos y largas esperas complican la situación diaria de los cubanos en un sistema marcado por mala gestión y centralización económica.

Ómnibus (Imagen de referencia) © Escambray / Vicente Brito
Ómnibus (Imagen de referencia) Foto © Escambray / Vicente Brito

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El sistema de transporte interprovincial en Cuba atraviesa una crisis marcada por la escasez de ómnibus y recursos esenciales. De un parque de 558 ómnibus pertenecientes a la Empresa de Ómnibus Nacionales, solo 219 se encuentran en funcionamiento, según reconoció el ingeniero Walter Luis Duvergel, director general de esa entidad estatal, en declaraciones al periódico oficialista Trabajadores.

El funcionario explicó que para cumplir con la programación nacional se necesitarían al menos 320 medios, y reconoció que el déficit “obliga a sobreexplotar los existentes, provoca roturas en el camino y una demanda que supera por mucho la oferta”.

Duvergel señaló además que la flota está “envejecida, con más de cinco años de utilización en la mayoría de los ómnibus”, y que las principales dificultades se concentran en “el acceso a lubricantes, piezas de repuesto, baterías, neumáticos, combustible y fuerza de trabajo”.

“Solo en aceite, los costos mensuales superan los 15 mil dólares”, precisó el directivo, quien añadió que las rutas más afectadas son las de Cienfuegos, Guantánamo y Pinar del Río.

Esperas interminables o tarifas más caras

El reportaje de Trabajadores retrata el panorama cotidiano en la Terminal de Ómnibus de Villanueva, en La Habana, donde cientos de pasajeros aguardan durante horas, o incluso días, para conseguir un asiento en los viajes nacionales.

Los viajeros se debaten entre esperar un boleto estatal, con precios que pueden alcanzar los 312 pesos, o pagar miles de pesos en los servicios privados arrendados, que ofrecen mayor rapidez, pero también precios mucho más elevados.


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En este contexto, los transportistas privados —ya sean trabajadores por cuenta propia o mipymes— han asumido un papel creciente, alquilando espacios en las terminales y cobrando directamente a bordo. Según la legislación vigente, los topes máximos establecidos por el Estado son 4 mil pesos hasta Camagüey y 5 mil 500 hasta Guantánamo, aunque en la práctica esos límites “suelen evaporarse” por la escasez de gasolina y la alta demanda.

La alternativa privada y el caos regulatorio

El director adjunto de la Unidad Estatal de Tráfico, Onix Grimón, declaró que el arrendamiento de medios de transporte “constituye una alternativa para sostener el traslado de pasajeros”, y que algunos vehículos son recuperados por los arrendatarios, quienes además asumen los gastos corrientes para mantenerlos en funcionamiento.

El propio Duvergel reconoció que cuando un ómnibus estatal se avería, se recurre a “guaguas arrendadas que mantienen el traslado en tiempo y forma al mismo precio reservado”.

En este escenario han surgido empresas privadas como Pedrocarr S.R.L, creada en 2022 en Las Tunas, que ofrece viajes privados y compartidos, además de servicios de carga y mantenimiento, y que colabora frecuentemente con la Empresa de Ómnibus Nacionales.

A pesar de los esfuerzos por sostener el servicio, Trabajadores concluye que la respuesta sigue siendo “insuficiente ante una demanda creciente y diversa”, y advierte que el reto no es solo mantener el sistema funcionando, sino ejercer “un control más efectivo que garantice orden, equidad y estabilidad”.

Una crisis nacional del transporte

La situación del transporte interprovincial se suma a una crisis generalizada en todo el país. En la provincia de Matanzas, la escasez de ómnibus y combustible ha obligado a muchas empresas y entidades estatales a modificar sus horarios laborales para que los trabajadores puedan llegar y regresar a casa. Esta medida, adoptada como solución temporal, ha afectado la productividad y la disciplina laboral, mientras se agrava el deterioro del transporte público en todo el país.

Según ese reporte, basado en un artículo del diario oficialista Girón, la crisis ha impactado directamente en la productividad y en la calidad de los servicios, provocando retrasos en las entregas y un deterioro de la disciplina laboral.

Tanto en Matanzas como en el resto del país, las causas se repiten: falta de combustible, deterioro del parque automotor y ausencia de planificación. Mientras tanto, millones de cubanos enfrentan largas esperas, precios elevados y una incertidumbre diaria para poder trasladarse entre provincias. La falta de inversión, el control estatal ineficiente y la ausencia de autonomía en las empresas públicas agravan una crisis que el régimen intenta justificar con el embargo, pero que responde a años de mala gestión y centralización económica.

Preguntas frecuentes sobre la crisis del transporte interprovincial en Cuba

¿Cuál es la situación actual del transporte interprovincial en Cuba?

La crisis del transporte interprovincial en Cuba es grave, ya que de un parque de 558 ómnibus, solo 219 están operativos, lo que representa menos de la mitad de la flota requerida para cumplir con la demanda. La escasez de recursos como lubricantes, piezas de repuesto y combustible, junto con un parque vehicular envejecido, agravan la situación.

¿Cómo afecta esta crisis a los pasajeros cubanos?

Los pasajeros cubanos enfrentan largas esperas y tarifas elevadas debido a la escasez de ómnibus. Se ven obligados a esperar durante horas o incluso días para conseguir un asiento, o pagar precios exorbitantes en servicios privados. Esta situación empeora con la falta de regulación efectiva sobre los precios de los transportistas privados.

¿Qué alternativas se están implementando para mitigar la crisis del transporte en Cuba?

Para mitigar la crisis, se están utilizando alternativas como el alquiler de vehículos privados y la implementación de "transporte solidario". Sin embargo, estas medidas son insuficientes para satisfacer la demanda actual. Algunas provincias han incorporado microbuses nuevos y han recurrido al transporte ferroviario, aunque con serios problemas de infraestructura.

¿Cuál es el impacto de la crisis del transporte en la economía y el día a día de los cubanos?

La crisis del transporte afecta negativamente la productividad y la disciplina laboral en Cuba. Las empresas y entidades estatales han modificado horarios laborales para adaptarse a las dificultades de transporte, lo que afecta la eficiencia y los servicios. Además, el alto costo de transporte privado es insostenible para muchas familias.

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