Un grupo de personas la emprendieron contra los anaqueles y maniquíes en varias tiendas de H&M en Sudáfrica, como represalia a la fallida campaña publicitaria de la compañía que involucraba la "venta" de un sweeter que decía: "El mono más genial de la jungla", y para la cual utilizaron como modelo a un menor de edad afrodescendiente.
La compañía cerró temporalmente todas sus tiendas en el país como medida preventiva, en espera de que se calmen los ánimos, en un país que aún tiene muy recientes las heridas del racismo.
H&M emitió un comunicado tras el incidente en el que decían: "Creemos que el racismo y los prejuicios en cualquier forma deliberada o accidental son inaceptables (...)"
Los valores de la compañía en el mercado continuaron a la baja, luego de la estrepitosa caída del pasado día 12.
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