La Botica Francesa o Museo Farmacéutico Triolet, de la ciudad de Matanzas, fue declarada Monumento Nacional por su originalidad, conservación e historia atesorada en 125 años de existencia.
Esa institución cultural, de arquitectura colonial, está situada frente al céntrico parque de La Libertad en la urbe matancera.
100 kilómetros al este de La Habana
Aunque mucho lo desearían los habaneros, este tesoro pertenece a Matanzas. Es la única botica con sus características en el mundo y exhibe más de millón y medio de fórmulas de la farmacopea del siglo XIX.
En el 2008 recibió la mayor distinción que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio a instituciones culturales, la categoría de Monumento Nacional.
Museo Farmacéutico desde 1964
La Botica Francesa fue fundada por Ernesto Triolet hace 125 años. El grado de conservación de este patrimonio es tan impresionante que recibe cada mes más de mil visitantes de diversos continentes.
Sus estantes fueron fabricados con maderas preciosas cubanas y mármoles. Posee porcelanas originales y entre sus mayores atracciones se destacan los Ojos del Boticario, recipientes decorativos confeccionados en cristal de bohemia, que en su interior contienen agua destilada con colorante rojo y amarillo, fabricados exclusivamente para la botica.
Además se pueden ver en ella, garrafas o "damajuanas" manufacturadas en España, potes de porcelana y frascos de vidrio, que en su interior guardan jarabes, ungüentos y cápsulas producto de fórmulas de los más reconocidos galenos del siglo XIX cubano se conservan en los amplios estantes de la farmacia.
Un espacio para la investigación médica
Numerosos médicos e investigadores de la Isla realizan tesis y ponencias sobre los registros de fórmulas asentados en 55 tomos debidamente preservados.
La copa de fundación de la Botica, gran pieza de porcelana y oro, preside junto a la efigie de la Inmaculada Concepción, virgen de los boticarios, el amplio mostrador de la instalación.
Fuente: Granma
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