Cuba ha vuelto al tema de las exportaciones en medio de la ausencia de alimentos básicos que viven los cubanos, debido en gran medida a la deficiente producción nacional.
Regresa al tema de la difícil situación económica además en el contexto de las nuevas restricciones de la administración de Donald Turmp a la Isla, que recortan buena parte de los ingresos de divisas al país por concepto de remesas enviadas y viajes hechos desde Estados Unidos a Cuba.
Según los datos que dio el funcionario Jorge Lázaro Martínez Lazo, jefe de la delegación territorial de Occidente del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), al periódico oficialista Juventud Rebelde, se han identificado “38 nuevos productos exportables”. Agrega que algunos podrán exportarse “de forma inmediata”.
Entre los productos mencionados con mayor posibilidad están el “carbón vegetal en pequeño formato, el ají picante, la calabaza kabocha —que ya está sembrada—, y derivados de la miel como la cera, el propóleo y el propoforte”.
Aquellos otros que podrían cotizarse internacionalmente en el mercado serían, de acuerdo con el funcionario del Ministerio de Comercio, “las producciones de pimiento y otros rubros agrícolas de Cubaquivir, como el jengibre, la frutabomba, la guanábana, la malanga, el limón, la piña y la cúrcuma (estos tres últimos también se cosecharían en la Enrique Troncoso)”.
Aclara el dirigente que las exportaciones de estos últimos alimentos “dependerá de definiciones con los mercados y certificaciones de calidad”.
También mencionó la resina de pino y sus derivados como otra variante para diversificar las exportaciones del país, mientras se conoce, por ejemplo, que una de las áreas más ricas para los cultivos en el país, Los Pinares de Mayarí en Holguín, se ha dejado morir por décadas, entre otros factores, a causa de la tala indiscriminada de los pinos.
El día de ayer la prensa cubana oficial anunció que produciría este año 9,000 toneladas de café de las 24,000 que realmente necesitaría para cubrir la demanda interna y dejar de traer el grano de Vietnam, desde donde importa Cuba 8,000 toneladas anualmente, de las cuales los “cubanos de a pie” no se benefician.
Con el café pasa como con otros productos, la mayoría se destina al turismo o a la exportación, práctica en la parece insistir el gobierno de la Isla.
El gobierno de Cuba no ha podido garantizar por décadas una dieta adecuada a los ciudadanos que se han visto obligados a “inventar” todo el tiempo para poder comer.
Desde que la crisis en Venezuela se ha agudizado los cubanos vuelven a pensar en el “Periodo Especial”, a causa de la desaparición total por semanas de alimentos tan básicos como el huevo o el pan de los mercados, lo que ha provocado desesperantes colas y angustias diarias a los residentes del país.
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