Los mercados agropecuarios en Villa Clara reflejan la anarquía económica que domina la vida cotidiana del cubano, con precios distintos para productos iguales, falta de control, ausencia de autoridades visibles y un consumidor desprotegido ante un modelo que solo beneficia a los más vivos.
De acuerdo con el testimonio del periodista oficialista Jesús Álvarez López, quien hizo un recorrido por varios mercados el 21 de mayo, los productos agrícolas mostraban precios diversos, irracionales y sin ningún tipo de lógica aparente.
Aproximadamente a la misma hora, de 9:00 a 10:00 a.m., vio el tomate “a 120 pesos la libra en dos mercados arrendados, a 100 pesos en un mercado estatal, y escuchen esto, a 50 pesos la libra, de similar calidad, ofertado por un joven carretillero en la esquina de Estrada Palma y Paseo de la Paz. Su tomate es a 50, pero el boniato lo vende a 100 pesos la libra, violando el precio tope aprobado”, contó el reportero en un comentario publicado en la cadena radial villaclareña CMHW.
“Es normal que el tomate suba de precio en mayo, pero ha llovido poco y queda, lo inexplicable son sus precios diversos”, señaló, y lanzó la interrogante: “¿Quién puede explicar tan grotesca diferencia de precios para un tomate de similar calidad?”.
Mientras tanto, otros alimentos como la cebolla se mantienen inalcanzables y las viandas escasean. La yuca, cuando aparece, ni siquiera sirve: “La compro y no se ablanda, aunque el vendedor me había jurado que sí”, comentó Álvarez. Además, fue testigo de cómo un anciano se acercó al comerciante con sólo 30 pesos en la mano y pidió “una yuca que pese una libra. Deduje que era para su almuerzo”.
A su vez, comprobó que el chopo o cabeza de malanga xanthosoma, que antes se quedaba en los pilones de los campesinos, y casi siempre pica, “se oferta al abusivo precio de 50 pesos la libra en un mercado estatal”.
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Según el reportero, antes de la llamada “Nueva política de comercialización de productos agrícolas”, la empresa estatal de Acopio era el ente rector, “y aunque había violaciones de precios, al menos el consumidor tenía a quién quejarse, cuando compraba un producto deteriorado como de primera calidad”, pero “confieso que no conozco a quién nos podemos quejar ahora”, lamentó.
El desorden, como denuncia el comentario, sólo favorece “a los que buscan pescar en río revuelto, porque perjudica incluso al Estado al distorsionar el fisco, porque nadie sabe lo real vendido”.
Para Álvarez, “los que defienden este libertinaje de precios desordenaron hasta la papa. Creo que el silencio sobre estos temas de máxima sensibilidad desacredita, resta autoridad, reduce base social”.
En días recientes, el propio periodista denunció el colapso de la cosecha de papa 2024-2025 en Villa Clara, con rendimientos muy por debajo de lo esperado, falta de organización, venta informal de insumos y precios inflados por entidades estatales.
El sector agrícola cubano ha enfrentado múltiples desafíos en los últimos años, como el envejecimiento de la maquinaria, la falta de fertilizantes e insumos, así como las restricciones impuestas a los pequeños productores privados. A esto se suma la inflación galopante y las dificultades logísticas derivadas de la crisis económica que atraviesa el país.
Los más recientes datos oficiales reflejan caídas significativas en la producción de alimentos esenciales como la carne de cerdo, arroz, viandas, huevos, leche de vaca, frijoles y hortalizas, situación que confirma una gran crisis alimentaria en Cuba.
El vicepresidente Salvador Valdés Mesa reconoció en febrero que los precios de los alimentos están tan altos que es imposible vivir con un salario de 6,000 pesos.
Un salario mínimo en Cuba se ubica en 2,100 pesos, mientras que el 39% de los jubilados cubanos cobra al mes la pensión mínima de 1,528 pesos.
El economista independiente Omar Everleny Pérez Villanueva estima que el costo de la alimentación en Cuba ha aumentado un 18 % en el último año. Sólo para cubrir la canasta básica de dos personas, en diciembre de 2024 se requerían unos 24,351 pesos cubanos (CUP) en el caso de La Habana, equivalentes a aproximadamente 202 dólares.
A pesar de reconocer que existen condiciones materiales para impulsar el sector agrícola, el gobierno cubano sigue sin presentar un plan realista, transparente y sostenible que trascienda el “bloqueo” como argumento omnipresente.
En julio de 2022, el régimen cubano promulgó la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional con el objetivo de garantizar una alimentación segura y nutricional para toda la población.
No obstante, a fines de 2024, el Partido Comunista de Cuba admitió el fracaso en la producción alimentaria, evidenciando problemas de fondo en los que sobresalen las décadas de control estatal, falta de incentivos económicos para los productores y un sistema burocrático que asfixia cualquier intento de innovación o eficiencia en la agricultura cubana.
Más recientemente, el régimen volvió a poner en manos del pueblo la responsabilidad de alimentarse, al reconocer que, ante la profunda crisis que atraviesa el país, “lo más seguro que vamos a contar en cada territorio es lo que seamos capaces de producir con nuestros propios esfuerzos”.
Preguntas frecuentes sobre la crisis alimentaria y los precios en Cuba
¿Por qué hay tanta variación en los precios de los productos agropecuarios en Villa Clara?
La variación en los precios de los productos agropecuarios en Villa Clara se debe a la falta de control y regulación efectiva, lo que permite que los vendedores establezcan precios arbitrarios. Esta situación refleja la anarquía económica y la ausencia de autoridades que protejan al consumidor, beneficiando a aquellos que se aprovechan del desorden para lucrar.
¿Cómo ha impactado la crisis agrícola en Cuba en la disponibilidad de alimentos básicos?
La crisis agrícola en Cuba ha reducido significativamente la disponibilidad de alimentos básicos como la carne de cerdo, arroz, viandas, huevos, leche de vaca, frijoles y hortalizas. Esta situación es consecuencia de problemas como el envejecimiento de la maquinaria agrícola, la falta de fertilizantes e insumos, y las restricciones a pequeños productores privados, agravando la crisis de seguridad alimentaria en el país.
¿Qué soluciones se han propuesto para mejorar la producción agrícola en Cuba?
Para mejorar la producción agrícola en Cuba, se han sugerido medidas como confiar en los campesinos locales, permitirles pagar insumos en divisas y establecer precios justos que beneficien tanto a los productores como a los consumidores. Sin embargo, hasta el momento, el gobierno no ha presentado un plan realista o sostenible que aborde estos problemas de manera efectiva.
¿Cuál es el impacto de la inflación en los precios de los alimentos en Cuba?
La inflación en Cuba ha llevado a un aumento significativo en los precios de los alimentos, haciendo que productos básicos sean inalcanzables para la mayoría de los cubanos. Este fenómeno se debe a una combinación de factores como la escasez de productos, la ineficacia de las medidas gubernamentales para controlar el mercado, y los altos costos de importación de insumos agrícolas.
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