Un memorando firmado entre el Grupo Empresarial Agroforestal (GEAF) de Artemisa y la empresa vietnamita Viet Royal promete aprovechar tierras ociosas en Alquízar, San Antonio de los Baños y San Cristóbal para sembrar soya, frijol verde, maní, malanga, papa y marañón, gran parte de ellos destinados al mercado internacional.
El proyecto Cultivo de Plantas Industriales para Consumo, Procesamiento y Exportación en la provincia de Artemisa contempla varias fases de desarrollo, entre ellas la puesta en producción de unas 2,000 hectáreas de tierras ociosas en los tres municipios mencionados, informó el periódico oficial El artemiseño.
La iniciativa prevé que la soya y el maní se utilicen en la producción de aceites y pienso, mientras que el frijol verde y el marañón se orienten a la exportación, dejando en entredicho qué beneficios concretos recibirán las familias artemiseñas que padecen carencias de alimentos básicos.
Según lo pactado, Viet Royal aportará maquinarias, semillas, fertilizantes, técnicos y capital de trabajo, además de encargarse de la comercialización; mientras que el GEAF pondrá tierras, fábricas, almacenes, combustible para operar maquinarias y mano de obra agrícola.
Funcionarios locales presentaron el acuerdo como "muestra de hermandad" entre los dos países, y lo sumaron a una lista de 17 proyectos de cooperación internacional en curso y otros 68 listos para inversión, muchos de los cuales apuntan también al sector agrícola.
Entre ellos, uno encaminado al desarrollo de la ganadería porcina y otro proyecto con China en la siembra de arroz, aunque todavía no se aprecian sus impactos en el acceso de la población a alimentos de calidad, con variedad y a precios asequibles.
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“Artemisa está seriamente involucrada en las actividades del comercio exterior, la inversión extranjera y la cooperación internacional, con un enfoque notable en el desarrollo agrícola”, señaló el medio de prensa.
En su balance de exportaciones, la occidental provincia presume de rubros como tabaco, miel, aguacate, mango, chile habanero, jengibre y cúrcuma, así como de nuevos programas para la siembra de flor de Jamaica, esta última con un valor en el mercado internacional de alrededor de 2,000 dólares por cada tonelada, aseguró la fuente.
Lo que no se menciona es que la mayoría de esos productos apenas llegan al plato del ciudadano común.
Mientras se celebran acuerdos y se planifican exportaciones para captar divisas, los consumidores cubanos continúan enfrentando mercados desabastecidos, precios prohibitivos y una canasta básica insuficiente, evidenciando que el crecimiento agrícola sigue orientado hacia afuera y no hacia las necesidades urgentes dentro de la isla.
Cuba atraviesa una de las peores crisis alimentarias en décadas, marcada por el desabastecimiento crónico, la caída de la producción agrícola nacional y la dependencia casi absoluta de importaciones que el país ya no puede costear.
En este contexto, un proyecto agrícola conjunto entre Cuba y Vietnam avanza en el municipio de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, con la meta de sembrar 1,000 hectáreas de arroz.
Según el periódico oficial Guerrillero, la iniciativa, liderada por la empresa vietnamita Agri VMA, busca convertir a la región en una zona arrocera de alta tecnología, en el enésimo intento del régimen de producir alimentos.
No obstante, la propia empresa vietnamita Agri VMA habría enviado en mayo una carta a tres ministros cubanos para “explicarles la necesidad imperiosa de acceder a sus fondos congelados en una cuenta del Banco Financiero Internacional”.
De acuerdo con el diario independiente 14ymedio, que tuvo acceso al documento, la empresa vietnamita intentaba trasferir 300,000 dólares a su casa matriz en Vietnam.
Asimismo, el canciller del país asiático Bui Thanh Son “pidió a Cuba que continúe coordinando esfuerzos para eliminar dificultades y obstáculos, creando condiciones favorables para la inversión y los negocios de las empresas vietnamitas” en la isla.
En mayo, el gobierno cubano anunció la creación de una nueva empresa mixta biofarmacéutica con Vietnam, entre BCF S.A., del grupo estatal BioCubaFarma, y la firma vietnamita Genfarma Holdings.
“La alianza permitirá exportar productos fabricados en nuestro país, con el propósito de generar ingresos que serán utilizados en el desarrollo y producción de medicamentos para la población cubana”, aseveró en ese momento, Mayda Mauri Pérez, presidenta de BioCubaFarma.
Preguntas Frecuentes sobre el Proyecto Agrícola entre Cuba y Vietnam en Artemisa
¿Qué cultivos se planean desarrollar en Artemisa para la exportación?
El proyecto en Artemisa incluye la siembra de soya, frijol verde, maní, malanga, papa y marañón. Estos cultivos están destinados principalmente al mercado internacional, con la intención de generar ingresos para el país. Sin embargo, esto ha generado críticas debido a la falta de beneficios directos para la población local, que enfrenta una escasez significativa de alimentos básicos.
¿Cómo afecta este proyecto agrícola a la disponibilidad de alimentos en Cuba?
A pesar de los esfuerzos por aumentar las exportaciones agrícolas, la población cubana sigue enfrentando mercados desabastecidos y precios prohibitivos. Los proyectos agrícolas, como el de Artemisa, están orientados hacia la exportación y no hacia la resolución de la crisis alimentaria interna, lo que deja a muchos cubanos sin acceso a productos básicos.
¿Cuál es el papel de Vietnam en el desarrollo agrícola de Artemisa?
Vietnam, a través de la empresa Viet Royal, suministra maquinaria, semillas, fertilizantes, técnicos y capital de trabajo para el proyecto agrícola en Artemisa. Este apoyo es fundamental para la ejecución del plan, que busca aprovechar las tierras ociosas para cultivos de exportación, aunque persisten críticas sobre la falta de impacto positivo en la seguridad alimentaria de los cubanos.
¿Qué desafíos enfrenta el proyecto agrícola entre Cuba y Vietnam?
El proyecto enfrenta desafíos significativos, como la falta de insumos, combustible y maquinaria moderna. Además, la centralización y la burocracia del sistema estatal cubano limitan la capacidad de implementar cambios efectivos que beneficien a la población. Aunque se busca mejorar la producción agrícola, los resultados a corto plazo no han aliviado la crisis alimentaria que afecta gravemente a los cubanos.
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