La precariedad alimentaria que sufre la población cubana está aumentando la exposición a enfermedades carenciales, afectando el desarrollo físico y cognitivo y debilitando las defensas del organismo.
La organización Food Monitor Program (FMP) alertó este lunes que la dieta de la mayoría de los hogares es altamente repetitiva, pobre en micronutrientes y fibra, y dependiente de alimentos ultraprocesados como picadillo y salchichas, en lugar de proteínas frescas como pescado o carne de res.
Esta alimentación deficiente, alerta el FMP, mantiene una “hambre oculta” que impacta directamente en la salud y en la calidad de vida.
Para ilustrar la magnitud del problema, el observatorio reveló que dos adultos en La Habana necesitarían al menos 41,735 pesos mensuales para costear una dieta apenas suficiente, cifra equivalente a casi 20 salarios mínimos o dos años de pensiones mínimas en Cuba.
El monitoreo, realizado durante seis meses, evaluó 29 productos de ocho grupos alimenticios en redes estatales y privadas, buscando cubrir requerimientos básicos para dos personas adultas jóvenes y saludables.
Aun priorizando alimentos más baratos y menos nutritivos, la canasta básica alimentaria sigue siendo inalcanzable para la mayoría de los hogares.
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El FMP subraya que la canasta básica alimentaria debería servir para definir salarios mínimos, líneas de pobreza y políticas públicas, pero en Cuba el consumo no responde a hábitos culturales o criterios nutricionales, sino a lo que el Estado permite o el mercado impone.
La organización insiste en que este indicador debe entenderse como una herramienta ética y política, y urge a garantizar el derecho a una alimentación adecuada para todos los cubanos.
“En Cuba, donde el Estado ha delegado de facto la responsabilidad alimentaria al mercado informal y al esfuerzo individual, el acceso a una dieta básica no está garantizado ni por el ingreso ni por la política pública”, recalcó FMP.
La crisis alimentaria en Cuba ha alcanzado un nivel en el que comer de forma adecuada es, para muchos, un privilegio.
Aunque la organización ha revelado el alto costo de la canasta básica alimentaria, la organización también ha alertado sobre el progresivo deterioro de la dieta de la población, señalando que un número creciente de cubanos solo consigue hacer una comida al día debido a la inflación y la escasez.
Informes recientes indican que más de nueve millones de personas en Cuba cocinan en condiciones deficientes, con acceso limitado a combustibles y sin equipamiento básico, lo que no solo reduce la variedad de alimentos que pueden consumir, sino que también condiciona la forma en que se preparan.
A ello se suma que una de cada cuatro personas reconoce haberse acostado sin cenar, reflejando cómo el hambre se ha convertido en una realidad cotidiana. Estas cifras evidencian una precariedad alimentaria crónica que impacta directamente a millones de familias.
El panorama se agrava en un contexto que muchos comparan con el Período Especial, aunque ahora con menos respaldo estatal, mayor dependencia del mercado informal y un sistema de racionamiento casi simbólico.
El acceso a una alimentación suficiente y digna ya no es un problema temporal: se ha transformado en un rasgo estructural de exclusión y abandono en la isla.
Preguntas Frecuentes sobre la Crisis Alimentaria en Cuba
¿Cuál es el costo de la canasta básica en Cuba?
El costo de la canasta básica alimentaria para dos adultos en La Habana es de 41,735 pesos mensuales, según el Food Monitor Program (FMP). Esta cifra equivale a casi 20 salarios mínimos, haciendo que sea inalcanzable para la mayoría de la población cubana. La situación es similar en otras provincias como Cienfuegos, donde el costo es de 39,595 pesos.
¿Qué impacto tiene la dieta actual en la salud de los cubanos?
La dieta predominantemente basada en alimentos ultraprocesados y pobre en micronutrientes está provocando una "hambre oculta", afectando el desarrollo físico y cognitivo y debilitando las defensas del organismo. Esto aumenta el riesgo de enfermedades carenciales, perjudicando la salud y calidad de vida de los cubanos.
¿Qué papel juega el gobierno cubano en la crisis alimentaria?
El gobierno cubano ha delegado de facto la responsabilidad alimentaria al mercado informal y al esfuerzo individual, en lugar de garantizar el acceso a una dieta básica a través de políticas públicas efectivas. Las cifras oficiales subestiman el costo real de la canasta básica, y la libreta de abastecimiento ha dejado de ser una garantía alimentaria.
¿Cómo afecta la crisis económica a la seguridad alimentaria en Cuba?
La combinación de inflación, escasez de alimentos y deterioro de los servicios públicos ha creado una crisis estructural de acceso a la alimentación. El 96.91% de los cubanos ha perdido acceso a alimentos debido a la inflación, y muchos dependen del mercado informal para satisfacer sus necesidades básicas. La inseguridad alimentaria se ha convertido en una norma en la vida cotidiana.
¿Qué soluciones se han propuesto para mejorar la situación alimentaria en Cuba?
Para abordar la crisis alimentaria en Cuba, se han propuesto varias medidas estructurales, como desmantelar el monopolio de GAESA, garantizar la propiedad privada del campesinado, permitir la libre comercialización de productos agrícolas y abrir la economía a la inversión de la diáspora. Sin embargo, sin cambios políticos profundos, es poco probable que estas soluciones sean efectivas.
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