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Una campaña de recaudación de fondos lanzada en la plataforma GoFundMe intenta reunir apoyo económico para costear la defensa legal de los hermanos cubanos Liosmel y Liosbel Sánchez, manifestantes del 11 de julio de 2021 (11J), que permanecen detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) desde el pasado 20 de mayo.
El caso de los jóvenes, ya denunciado por activistas y medios independientes, ha despertado una ola de solidaridad en redes sociales, donde se multiplican los llamados a colaborar con donaciones o compartiendo la iniciativa.
“Ellos corren peligro de volver a su país. No tienen familia en Estados Unidos, están prácticamente solos. Necesitamos ayuda para cubrir parte de los gastos en sus procesos legales”, explicó el organizador de la campaña, Cristhian González de la Moneda, en el texto publicado en la plataforma.
“Merecen una vida digna”
González de la Moneda, quien aseguró haber compartido con ellos momentos claves de las protestas en La Habana, recordó que Liosmel estudiaba Medicina en Cuba antes de sumarse a las marchas frente al Capitolio el 11 de julio de 2021.
Su hermano Liosbel también participó en aquellas manifestaciones masivas, que marcaron un antes y un después en la oposición ciudadana al régimen cubano.
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Ambos salieron de la isla y lograron llegar a Estados Unidos en diciembre de 2024, tras pasar un año en México y completar el proceso de entrada a través de CBP One. Una vez en suelo estadounidense solicitaron asilo político, se presentaron a las audiencias judiciales y cumplieron con los pasos requeridos por las autoridades migratorias.
El 20 de mayo de 2025, sin embargo, al salir de una audiencia en la que el juez decidió cerrar su caso, fueron detenidos por agentes de ICE y enviados a centros de detención migratoria en Arizona. Desde entonces se encuentran en un limbo legal que podría derivar en su deportación a Cuba.
“Son personas trabajadoras, con ganas de levantar, y jamás han cometido ningún delito. No dejemos solos a estos valientes, merecen una vida digna y no volver al país del que salieron huyendo por pedir libertad”, insistió el organizador de la recaudación.
Una defensa costosa y dividida
El texto de la campaña subrayó que la situación se complica porque, aunque son hermanos, sus casos deben ser tramitados de manera individual, lo que duplica los gastos legales.
El proceso migratorio en tribunales estadounidenses implica pagos a abogados, intérpretes, trámites documentales y posibles apelaciones, algo inalcanzable para los jóvenes en su actual situación de reclusión.
Por ello, la colecta en GoFundMe busca reunir fondos suficientes para garantizar que ambos puedan tener representación legal adecuada y que se respeten sus derechos procesales en Estados Unidos.
Ola de solidaridad en redes sociales
La campaña ha recibido el respaldo de activistas y miembros de la comunidad cubana en el exilio. En la red social X (antes Twitter), el activista Magdiel Jorge Castro alertó: “Estos muchachos no pueden ser deportados a Cuba… todo el que pueda ayudar para su defensa acá están los detalles”.
Por su parte, la cuenta San Memero (perteneciente a González de la Moneda) destacó que los hermanos “no tienen a más nadie en Estados Unidos” y pidió donaciones o, al menos, difundir el enlace de la campaña para amplificar su alcance.
Un caso que refleja la vulnerabilidad del exilio
El arresto de los hermanos Sánchez se suma a otros episodios recientes de cubanos del 11J en riesgo de deportación desde Estados Unidos. En fechas recientes, el rapero contestatario El Funky, intérprete del tema Patria y Vida, reveló que también enfrenta una orden de expulsión del país.
Estos casos han reavivado el debate sobre la situación de los solicitantes de asilo cubanos, muchos de los cuales, tras escapar de la represión en la isla, enfrentan incertidumbre legal en territorio estadounidense.
Mientras tanto, familiares, amigos y activistas insisten en que la prioridad ahora es evitar que Liosmel y Liosbel sean devueltos a Cuba, donde podrían enfrentar cárcel por su participación en las protestas.
“Cualquier ayuda cuenta, desde la más mínima donación hasta quienes puedan compartir el enlace. La comunidad unida puede marcar la diferencia”, concluyó el llamado de la campaña.
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