La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó este jueves que, aunque el déficit de generación eléctrica ha disminuido ligeramente respecto a los últimos días, el país sigue enfrentando cortes de luz superiores a los 1,200 megavatios (MW), lo que mantiene a buena parte de la población afectada por los apagones diarios.
Según el parte oficial del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) correspondiente al 13 de noviembre de 2025, a las 6:00 de la mañana, la disponibilidad de generación era de 1,490 MW, frente a una demanda nacional de 2,046 MW, lo que provocó un déficit de 557 MW.
Para el horario de máxima demanda se estima una afectación de 750 MW, pero para la noche se prevé una disponibilidad nacional alcanzaría 1,750 MW, con una demanda máxima de 2,850 MW.
Esto dejaría un déficit estimado de 1,100 MW y una afectación real prevista de 1,170 MW durante el horario pico.
El miércoles la máxima afectación registrada en la jornada anterior fue de 1,428 MW a las 6:20 p.m., debido principalmente a fallas técnicas y falta de combustible, así como al impacto del huracán Melissa en el oriente del país.
“La unidad 5 de la CTE Nuevitas no logró incorporarse al sistema, lo que elevó la afectación por encima de lo previsto”, señaló la empresa estatal.

En las provincias de Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, unas 180 MW de potencia permanecieron fuera de servicio como consecuencia de los daños provocados por el fenómeno meteorológico.
La UNE detalló que los 30 nuevos parques solares fotovoltaicos del país aportaron 1,573 MWh de energía, alcanzando una potencia máxima de 309 MW durante el horario diurno, una contribución aún insuficiente para cubrir la demanda.
Entre las plantas fuera de servicio por averías se encuentran las unidades 5 y 6 de la CTE Antonio Maceo (Renté); y la Unidad 2 de la CTE Felton.
Mientras que por mantenimiento programado se encuentran detenidas la unidad de la CTE Antonio Guiteras (Matanzas), la unidad 2 de la CTE Santa Cruz (Mayabeque) y la unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes (Cienfuegos).
Además, se reportan 388 MW limitados en la generación térmica y 742 MW indisponibles por falta de combustible y lubricantes, lo que agrava el panorama energético del país.
Para la noche, se prevé la entrada en funcionamiento de la unidad 5 de la CTE Antonio Maceo, con 60 MW, y la Antonio Guiteras, con 200 MW, actualmente en proceso de arranque.
Aunque el régimen intenta mostrar una ligera mejoría en los números, la realidad para los cubanos sigue siendo de apagones prolongados, cortes imprevistos y una infraestructura eléctrica en crisis.
La falta de combustible, las averías en termoeléctricas y el deterioro del sistema continúan afectando la estabilidad del suministro.
Mientras tanto, la población enfrenta jornadas enteras sin electricidad, en medio de una profunda crisis económica y social que se agrava con cada nuevo parte de la UNE.
Preguntas frecuentes sobre los apagones en Cuba y la crisis energética
¿Cuál es el estado actual del déficit eléctrico en Cuba?
El déficit eléctrico en Cuba sigue siendo crítico, con cortes de luz que superan los 1,200 MW. Aunque ha habido una ligera disminución, el país continúa enfrentando apagones prolongados debido a fallas técnicas, falta de combustible y el impacto del huracán Melissa.
¿Qué zonas de Cuba son las más afectadas por los apagones?
El oriente de Cuba, que incluye provincias como Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo, ha sido especialmente afectado. Estas áreas han experimentado apagones extendidos debido a los daños causados por el huracán Melissa y problemas en la infraestructura eléctrica.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano para enfrentar la crisis eléctrica?
El gobierno ha destacado la incorporación de parques solares fotovoltaicos para aportar energía adicional, aunque estas medidas son insuficientes para cubrir la demanda. La falta de mantenimiento y la dependencia del petróleo importado agravan la situación, sin soluciones efectivas a la vista.
¿Por qué persisten los apagones en Cuba?
Los apagones persisten debido a la combinación de averías en las termoeléctricas, falta de combustible y una infraestructura deteriorada. Estos problemas se han visto agravados por desastres naturales como el huracán Melissa y la falta de inversión en el sector energético.
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