El ministro de Economía y Planificación de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, defendió en la televisión estatal un nuevo esquema de gestión, control y asignación de divisas y lo ilustró con un ejemplo.
En el espacio oficialista de la Mesa Redonda, explicó que si un extranjero quiere comprarse una cerveza en un restaurante privado y no tiene pesos, puede pagar en dólares, pero ese dinero —según explicó— debe terminar depositado en el banco para convertirse en pesos y alimentar el presupuesto del Estado, con el argumento de que así “esas riquezas también se redirijan… al resto de la población”.
"Llega un extranjero y quiere tomarse una cerveza pero no tiene peso, el extranjero tiene dos opciones: va al mercado a cambiar y vende sus dólares y viene con los pesos y paga o lo hacemos más rápido, decimos a ese actor económico que reciba el dólar a la tasa de cambio que tiene fijado el Banco Central de Cuba y recibe ese dólar en su caja", dijo.
Y continuó: "Pero ese actor no está dentro de la dolarización parcial de la economía; por lo tanto, no tiene cuenta en divisa, entonces ese dólar lo lleva al banco y se lo acredita en pesos a la tasa de cambio del segmento donde opera ese ese actor de la economía".
El ministro reconoció que, en las condiciones actuales, el actor podría preferir la tasa del mercado informal, pero afirmó que ese mercado es “ficticio”, que empuja a la ilegalidad y al alza de precios, y que las nuevas normas apuntan a “volver a la normalidad”, “estabilizarnos” y ajustar el mercado cambiario.
En su intervención, Alonso Vázquez aseguró que el objetivo del sistema no es “dolarizar la economía”, sino ordenar quién puede operar en divisas, regular las formas lícitas de acceder a moneda extranjera y aumentar el control estatal sobre esos flujos.
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El mecanismo fue aprobado mediante el Decreto-Ley 113 del Consejo de Estado y regulado por resoluciones del propio ministerio y del Banco Central de Cuba (BCC).
“Operar en divisa” no es para todos
Alonso Vázquez afirmó que las normas delimitan qué actores pueden cobrar y pagar en divisas dentro de la economía y que quienes no estén autorizados no pueden operar en moneda extranjera.
En esos casos, si un actor necesita divisas para viajar, debe acudir al mercado a cambiar y comprar, explicó.
El ministro sostuvo que el sistema busca una “posible y viable reanimación” de la economía —producción y servicios—, pero insistió en que para acceder a las divisas “que requiere la economía” hay que exportar, “encadenarse”, vender en la Zona Especial de Desarrollo Mariel y crear un “entramado financiero” que permita movilizar reservas existentes.
También enumeró como fuentes autorizadas de divisas, entre otras: exportaciones, comercio electrónico con pagos desde el exterior, créditos y financiamientos, pre-financiamientos, donativos, financiamiento de organizaciones internacionales, operaciones en la ZED Mariel, pagos electrónicos entre actores, ventas a comercializadoras en divisas, asignaciones centralizadas y “otras” que defina la autoridad competente, como “ventana abierta” para futuras fuentes.
Señaló que el sistema “no discrimina por tipo de propiedad” e incluye entidades estatales, mipymes, cooperativas, y personas naturales que realizan actividad económica (cuentapropistas, campesinos, artistas), además de personas jurídicas extranjeras o mixtas y proyectos locales o de cooperación, siempre bajo el marco regulatorio establecido.
Por último, insistió en que la norma se presenta como una decisión “soberana”, orientada a resolver problemas económicos, ordenar el acceso a divisas y “disciplinar” a los actores, mientras remarcó que los servicios fundamentales para la población “siguen siendo en pesos cubanos” y que la meta futura sería “desdolarizar totalmente” la economía.
Preguntas frecuentes sobre la nueva lógica económica en Cuba y el uso de divisas
¿Qué implica el nuevo esquema de gestión de divisas en Cuba?
El nuevo esquema de gestión de divisas, defendido por el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, permite el uso de dólares por parte de extranjeros en transacciones internas, pero este dinero debe ser depositado en el banco para convertirse en pesos. El objetivo, según el ministro, es alimentar el presupuesto del Estado y beneficiar a la población, aunque en la práctica fortalece el control estatal sobre las divisas.
¿Cómo afecta este sistema a los actores económicos no autorizados para operar en divisas?
Los actores económicos que no están autorizados para operar en divisas deben cambiar sus dólares en el mercado para obtener pesos. Esto implica que no todos podrán acceder directamente a las divisas, lo que genera una segmentación económica en el país, donde solo quienes tienen acceso a dólares pueden operar con flexibilidad y competitividad.
¿Qué busca el gobierno cubano con la implementación del Decreto-Ley 113/2025?
El Decreto-Ley 113/2025 busca legalizar y regular el uso interno de dólares y otras divisas dentro de Cuba, con el objetivo de atraer capital extranjero y controlar el flujo de moneda dura. Aunque se presenta como una medida transitoria, su alcance estructural sugiere una reconfiguración duradera del sistema monetario cubano.
¿Cuál es el impacto de esta medida en la economía cubana y la población?
La medida podría institucionalizar la desigualdad económica en Cuba, ya que solo los actores autorizados podrán acceder a divisas, generando una brecha entre quienes operan en la economía rentable y quienes quedan excluidos. Esto afecta particularmente a las Mipymes o particulares sin acceso a divisas, y a sectores sociales vulnerables dependientes del mercado interno en pesos cubanos.
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