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La cuenta de Instagram Only in Dade, famosa por reírse con —y no de— la vida en el condado de Miami-Dade, pidió a ChatGPT que hiciera algo poco común para una máquina: burlarse de Miami con brutal honestidad.
El resultado fue un “informe forense” de diez barrios del sur de Florida que ya se volvió viral. “Le pedí a ChatGPT que destrozara sin piedad a las 10 principales ciudades de Miami”, indicó el perfil de redes sociales y la IA no tuvo piedad.
En tono de humor negro, describió a Brickell como “el Manhattan del Sur, donde todos son ricos tres meses y el resto del año financian con Klarna”; a Miami Beach como “Times Square en tanga, con margaritas de 28 dólares y aceras que huelen a protector solar y arrepentimiento”; y a Wynwood como el lugar “donde los murales se ven mejor que la gente”.
Los seguidores no tardaron en aplaudir. “Esto está demasiado bueno”, comentó un usuario, mientras otros estuvieron de acuerdo en que Hialeah es “un caos de cafecitos, gallos, Camaros y conductores que calificarían para la Fórmula 1… si sobreviven”.
La sátira continuó con Coral Gables, descrita como “hermosa y aburrida, con vecinos que llaman a la policía si el césped crece media pulgada de más”; y Doral, apodada “simulador de suburbio latino”, con tráfico eterno y churrascos clonados.
El resto del ranking completó el mapa con precisión quirúrgica: North Miami, la “actualización de software de 2006 que nunca se instaló”; Aventura, “hogar de retiro con centro comercial”; Sunny Isles, “la pequeña Moscú”; Kendall, el “Triángulo de las Bermudas de Miami”; y, por supuesto, Hialeah, coronada como “el jefe final”.
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En los comentarios, cientos de miamenses rieron, discreparon o se reconocieron en las descripciones. “ChatGPT conoce Miami mejor que los propios miamenses”, escribió un usuario. Otro pidió una secuela: “Queremos Homestead, Cutler Bay y Coconut Grove”.
Más allá de la broma, el ejercicio demostró cómo la inteligencia artificial empieza a entender —y replicar— la cultura local con sorprendente puntería. Esta vez, no fue un análisis político ni un poema automático, sino algo mucho más humano: una buena dosis de autocrítica y humor miamense.
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