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Un artículo publicado por el diario oficial Granma describe al dictador Fidel Castro (1926-2016) como “el cineasta menos conocido del mundo”, apoyado en anécdotas, cifras y testimonios que refuerzan una narrativa laudatoria, sin abordar la censura y los conflictos del cine cubano bajo su poder incontestable.
El texto firmado por el coronel retirado e historiador René González Barrios, director del Centro Fidel Castro Ruz, reconstruye la relación del exgobernante con el llamado séptimo arte, a partir de una frase pronunciada en 1986 por Gabriel García Márquez (1927-2014) y la presenta como prueba de una vocación artística excepcional.
Desde el inicio, el texto asume un tono claramente hagiográfico, propio del órgano oficial del Partido Comunista, en el que el líder cubano aparece descrito como un estadista de vasta cultura, cinéfilo apasionado y promotor decisivo del cine latinoamericano.
El artículo repasa la creación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) en 1959 y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en 1986, atribuyéndolas a la “visión cultural” de Castro y a su convicción del cine como herramienta estratégica de la Revolución.
También detalla encuentros con cineastas, actores y productores internacionales, así como una extensa enumeración de películas vistas por Castro entre 1966 y 1984, basada en supuestas bitácoras conservadas por miembros de su escolta personal.
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Sin embargo, la pieza evita cualquier análisis crítico sobre el contexto en que se desarrolló el cine cubano durante décadas de control político.
No hay mención a la censura institucional, a los conflictos entre creadores y el poder, ni a episodios clave como el caso del documental PM (1960), dirigido por Sabá Cabrera Infante (1933-2002) y Orlando Jiménez Leal (1941), o el impacto de Palabras a los Intelectuales (1961) en los límites a la libertad artística.
Tampoco se problematiza el uso del cine como instrumento ideológico, pese a que el propio texto reconoce su valor como medio de “formación política”.
La afirmación central -presentar a Fidel como “cineasta”- se sostiene más en una metáfora retórica que en una definición rigurosa.
El artículo confunde consumo, promoción y control institucional del cine con creación cinematográfica, diluyendo deliberadamente la frontera entre poder político y producción cultural.
Aun así, el texto aporta datos de interés para la historia cultural de Cuba, especialmente en lo referido a la prioridad otorgada al cine por el nuevo Estado revolucionario y a la centralidad del Icaic en ese proyecto.
Su valor, sin embargo, es más documental que analítico, y debe leerse como lo que es, un homenaje oficial que refuerza una imagen cuidadosamente construida del poder, no una revisión crítica de su legado cultural.
El régimen cubano ha lanzado un programa conmemorativo por el centenario del dictador, en 2026, que busca proyectar el pensamiento de Castro como un “símbolo vivo de la Revolución”.
Este plan incluye propaganda política intensa y actividades para reforzar el culto a su figura, tratando de conectar a las nuevas generaciones con su legado ideológico.
En un contexto de creciente descontento social y crisis económica, el gobierno busca legitimar su actual liderazgo al asociarlo con el legado de Castro.
Durante un reciente encuentro con líderes estudiantiles, el gobernante Miguel Díaz-Canel afirmó que “es el momento de estudiar a Fidel” y convocó a las nuevas generaciones a “actuar como él pidió”.
En sus declaraciones, el mandatario insistió en que hay que “interpretar a Fidel y traerlo a la luz de estos tiempos”, una frase que encierra el propósito de imponer la ideologización de la juventud.
Preguntas frecuentes sobre la hagiografía revolucionaria de Fidel Castro
¿Por qué Granma describe a Fidel Castro como "el cineasta menos conocido del mundo"?
Granma describe a Fidel Castro de esta manera en un intento de exaltar su figura y su supuesta influencia en el mundo del cine, basándose en anécdotas y testimonios que lo presentan como un promotor del cine latinoamericano. La afirmación no responde a una realidad de creación cinematográfica, sino a una metáfora retórica que busca reforzar su imagen como líder cultural.
¿Qué papel jugó Fidel Castro en el cine cubano según Granma?
Fidel Castro es presentado como un promotor y defensor del cine cubano y latinoamericano, atribuyéndosele la creación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) en 1959 y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en 1986. Sin embargo, el artículo omite la discusión sobre la censura y el control político ejercido durante su mandato.
¿Cómo se utiliza la figura de Fidel Castro en la propaganda cubana actual?
El régimen cubano utiliza la figura de Fidel Castro como un símbolo de la Revolución para reforzar su legitimidad y proyectar su ideología entre las nuevas generaciones, especialmente en un contexto de crisis económica y descontento social. La propaganda busca presentar a Castro como un modelo a seguir, a pesar de que su legado es visto por muchos como la raíz de los problemas actuales de Cuba.
¿Cuál es la postura crítica hacia el artículo de Granma sobre Fidel Castro?
El artículo de Granma ha sido criticado por su tono hagiográfico y por evitar cualquier análisis crítico sobre la censura y la represión cultural durante el mandato de Fidel Castro. Se presenta más como un homenaje oficial que como una revisión objetiva de su impacto en el cine cubano.
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