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La odisea de la madre de un niño con discapacidad, sin leche y sin pañales desechables en Cuba

La mujer afirma que su hijo presenta una discapacidad producto de una parálisis cerebral provocada por negligencia médica.

Pañales desechables reutilizados en Cuba © CiberCuba/José Roberto Loo Vázquez
Pañales desechables reutilizados en Cuba Foto © CiberCuba/José Roberto Loo Vázquez

Este artículo es de hace 2 años

Una madre cubana describió en Facebook la odisea que pasa diariamente para garantizar los alimentos y pañales a su hijo de 10 años, con una severa discapacidad a causa de una negligencia médica.

Relata que el sábado se levantó a las 5:00 am aunque no había podido dormir en toda la noche porque su hijo hace una semana no tiene pañales. "Mi hijo se pasó toda la noche quejándose, empujando, dándome manotazos. A las 5:00 am sonó la alarma, la apagué y me metí al baño maldiciendo", apuntó.

Afirma que su hijo presenta una discapacidad producto de una parálisis cerebral provocada por negligencia, y que por tal motivo no habla, y se mantiene encamado, aunque sabe hacer notar cuando algo le molesta.

"Al final, él no tiene la culpa. En los 10 años que tiene, nunca me ha pedido nada. Mi niño no pide juguetes, porque no juega con ellos. No pide ropa linda, porque no entiende de esas cosas. No pide mochila nueva, porque no va a la escuela, ni zapatos lindos, porque no camina. Mi hijo no pide nada, porque mi hijo no habla, pero independientemente de que no lo haga, se hace entender cuándo algo le molesta. Hace ya 2 años que mi hijo no sale a la calle. Él, que normalmente tiene la piel bien blanca, en 2 años sin salir está más blanco aún. Su piel está frágil, y toca cuidarlo el doble, prevenir humedades y escaras", afirma la cubana.

Dijo que el menor "tiene la piel lastimada, y con cada movimiento el pañal de tela le roza y le duele, y toca estar al pendiente porque si se orina, le arde, y no hay cremas para tratarlo. Toca poner el hule encima de la cama, desnudarlo, creerme que vivo en el siglo XIX, y curarlo a puras yerbas, pero de nada sirve, porque con pañales de tela volvemos a caer en lo mismo".

Además, tampoco puede hacer sus fisioterapias por la falta de los pañales.

Asimismo, explica que es "Cuba, un país en el que los servicios de salud son gratuitos, o más bien, no existen los servicios de salud privados, y todos estos servicios son PÚBLICOS, no gratuitos".

"En cualquier país capitalista mi hijo tendría que pagar "una millonada" por los servicios de salud que recibe. Claro! En un país capitalista, a mi también me habrían pagado una millonada por la negligencia médica que causó la parálisis cerebral de mi hijo, y yo no tendría que salir hoy a las 5 am, sin haber dormido, a buscar culeros para mi hijo, porque sus pañales me los darían GRATIS, como parte de su seguro médico, GRATIS también, por su discapacidad", subrayó.

Luego narra que fue a más de 12 tiendas en La Habana, vio más de 20 colas, y no consiguió los pañales a pesar de que hay una "mega fábrica en la zona de desarrollo del Mariel que supuestamente debe suplir las necesidades".

"Toca llegar a mi casa, y sentarme en el sofá a llorar mientras mi niño se ríe, alegre porque sabe que vengo de la calle, y debo traer algo para él dentro del bolso. Él no entiende que no hay, o que no alcanza", señala la mujer.

Entonces, denuncia que hace más de 3 meses que le quitaron la dieta de leche, y que por las mañanas el desayuno del niño demora, porque ella debe esperar a que su hermana se vaya para la escuela, para prepararle leche a él.

La situación me ha puesto a elegir entre mis dos hijos, para saber a cuál de los dos le puedo dar leche, cuando los dos la necesitan, pero él toma medicamentos, y en las mañanas no se come un pan como su hermana", expresa.

"Él no sabe que es lo que más quiero en este mundo, pero que a veces los trabajos que paso con él me dan ganas de gritar cosas que no debo, y que no es su culpa... sino de los incompetentes que permiten que estas cosas sucedan en el país donde vivimos", apunta la madre.

Al final de su publicación cuenta que de regreso a su casa tomó un taxi y se colocó los audífonos para escuchar la canción de Jacob Forever "Queremos libertad" cuando un policía se subió a su lado en el taxi.

"Mis audífonos se oyen alto (...). Los oídos aún me duelen, pero la cara del policía que viajaba al lado mío, sin pagar, me sacó unas cuantas sonrisas...Y ya eso me hizo el día, aunque la noche que me toca hoy, tampoco pinta bien", aseguró.

En medio de la escasez generalizada, decenas de madres cubanas viven historias parecidas en la isla, donde los niños discapacitados padecen con frecuencia desnutrición porque no hay los alimentos que necesitan para su desarrollo.

El pasado año la madre de una niña con autismo explotó contra el mandatario Miguel Díaz-Canel, a quien llamó "un saqueador" y explicó que su niña llevaba días comiendo arroz, croquetas y agua con azúcar.

La semana pasada las autoridades confirmaron la falta de leche en polvo para cubrir las necesidades de personas con dietas médicas en todo el país, y dijo que había tenido que distribuir productos no tradicionales en sustitución del lácteo.

Aunque no se refiere a ello de forma directa, la información parecía aludir a una de las preocupaciones manifestadas por los consumidores de estas “soluciones no tradicionales”, fundamentalmente madres con niños menores de siete años, los únicos contemplados por el gobierno en el suministro racionado de leche.

Una mujer publicó imágenes en Facebook del sustituto lácteo entregado para su hijo, el cual hacía tanta espuma que, según ella, "parece que tiene detergente".

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