El régimen cubano reconoció este miércoles, en la Mesa Redonda, que la situación del sistema electroenergético nacional continúa siendo crítica, con largos apagones y una infraestructura envejecida y deteriorada.
Sin embargo, en medio del colapso energético, presumieron un plan para recuperar al menos 500 megawatts (MW) de capacidad en los próximos tres años, como parte de una estrategia de estabilización basada en generación térmica y fuentes renovables, reportó Cubadebate.
El director general de la Unión Eléctrica, Alfredo López Valdés, explicó que el plan de recuperación contempla que el 60 % de la electricidad del país provenga de generación térmica, principalmente mediante el uso de combustibles nacionales, y entre el 12 % y el 14 % del gas, lo que elevaría la generación doméstica por encima del 70 %.
Para el año 2030, el país proyecta que el 24 % de la electricidad provenga de fuentes renovables como la solar fotovoltaica, eólica, biomasa y bioeléctrica.
Una de las obras centrales para alcanzar ese objetivo es la rehabilitación de la unidad 1 de la termoeléctrica de Felton, dañada por un incendio.
La máquina, de 250 MW, será reconstruida junto con una segunda unidad de igual capacidad. La fabricación de componentes ya está en marcha en Las Tunas, aunque aún se requieren importaciones clave, subrayó Cubadebate.
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Si los recursos llegan a tiempo, el plazo total de recuperación podría acortarse a dos años y un mes, según estimaciones oficiales, aunque ninguna de estas “promesas” resolverá el problema a un corto plazo lo cual hace temer que, sin lugar a dudas, que continuarán los apagones.
A la par, se ejecutan labores de mantenimiento y reconstrucción en otras plantas claves como Renté, Nuevitas y Mariel.
En Nuevitas, se evalúa sustituir una unidad de 125 MW, debido a su severo deterioro, mientras que en Mariel se trabaja en la reparación de la unidad 7, completamente desmontada tras un incendio.
La intención del régimen es avanzar en estos frentes de forma simultánea para evitar más demoras y asegurar un mínimo de estabilidad en el sistema.
Y, además, afirma que estos trabajos responden a la emergencia actual y buscan –según los funcionarios de la dictadura– una transformación estructural del sistema energético, más sostenible y menos dependiente del combustible importado.
El gobernante Miguel Díaz-Canel reaccionó este jueves a la crítica situación energética del país reafirmando en la red social X que, si bien el sistema eléctrico se encuentra en estado “grave”, su recuperación “no es imposible”.
Según dijo, aunque la solución tomará tiempo debido a su complejidad y al “cerco” que, según él, impone Estados Unidos para el acceso a recursos, se está “trabajando duro” y confía en que “lo lograremos”.
La declaración repite el discurso oficial que busca culpar factores externos por una crisis que, en realidad, responde al colapso estructural del sistema energético cubano y décadas de falta de inversión sostenida.
Mientras tanto, la población sigue enfrentando apagones prolongados, sin una reducción visible en las afectaciones diarias.
La urgencia de avanzar en la transición energética es clara, pero el calendario oficial aún contempla un camino largo que, a corto plazo, no mejorarán la tensa situación en la isla.
Régimen promete reducir apagones a “solo” 4 horas diarias en el verano
El régimen cubano vuelve a alimentar expectativas poco realistas entre la población, al prometer una reducción de los apagones a un promedio de “solo” cuatro horas diarias por cliente durante el verano.
La afirmación, divulgada por medios oficialistas como Granma, forma parte de una estrategia de comunicación que intenta proyectar control sobre una crisis que sigue agravándose.
La realidad, sin embargo, contradice el discurso oficial. Las cifras del propio sistema eléctrico nacional muestran déficits superiores a los 1,600 megawatts (MW) en los horarios de máxima demanda, especialmente en la noche.
Los cortes de luz son prolongados y distribuidos de forma desigual en todo el país, afectando con más severidad a provincias del interior.
El Ministerio de Energía y Minas reconoce que la recuperación será gradual y que, a corto plazo, los apagones no desaparecerán.
La estrategia oficial incluye aumentar la generación en 13 gigavatios-hora (GWh) y controlar el crecimiento del consumo, pero los recursos materiales y técnicos para sostener esa meta siguen siendo limitados.
Uno de los factores que más presiona al sistema es la escasez de gas licuado de petróleo (GLP), que obliga a miles de familias a cocinar con electricidad, incrementando el consumo doméstico en horarios críticos.
Esta situación complica aún más la gestión de la demanda y sobrecarga una red ya debilitada.
Según el propio Granma, cuando la electricidad regresa tras un apagón, el encendido simultáneo de electrodomésticos provoca picos de consumo hasta 15 veces mayores que lo normal, colapsando transformadores obsoletos. En La Habana, en un solo día, colapsaron diez transformadores.
El régimen incluso atribuye parte del problema a la importación masiva de electrodomésticos entre 2018 y 2024.
Durante ese período, Cuba importó más de 17 millones de equipos eléctricos, entre motorinas, refrigeradores y cocinas.
Estos bienes ahora alimentan una demanda que el sistema eléctrico no está en condiciones de sostener, revelando el fracaso estructural de la planificación energética del país, según el régimen.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
¿Cuál es el plan del gobierno cubano para mejorar la situación energética?
El gobierno de Cuba ha presentado un plan para recuperar al menos 500 megawatts (MW) de capacidad en los próximos tres años, centrándose en la generación térmica y fuentes renovables. La intención es que el 60% de la electricidad provenga de generación térmica utilizando combustibles nacionales y entre el 12% y el 14% del gas. Para 2030, se proyecta que el 24% de la electricidad provenga de fuentes renovables.
¿Qué impacto tendrán las renovables en la crisis energética de Cuba?
Aunque se espera que la energía solar, eólica, biomasa y bioeléctrica aporten un 24% de la electricidad para 2030, actualmente las energías renovables no son suficientes para resolver la crisis estructural del sistema eléctrico cubano. La generación solar, por ejemplo, es intermitente y no puede garantizar la estabilidad del sistema.
¿Por qué continúan los apagones a pesar de las promesas del gobierno?
A pesar de las promesas de reducir los apagones a "solo" cuatro horas diarias, la realidad es que el déficit eléctrico supera los 1,600 MW en horarios pico y los cortes de luz se distribuyen de forma desigual. La falta de combustible, el envejecimiento de la infraestructura y el aumento sostenido de la demanda sin una capacidad adecuada de respuesta agravan la situación.
¿Qué desafíos enfrenta el sistema eléctrico cubano actualmente?
El sistema enfrenta múltiples desafíos: averías frecuentes en las centrales térmicas, mantenimientos programados que reducen la capacidad de generación, y la falta de combustible que limita la operación de las plantas de generación distribuida. Además, la importación masiva de electrodomésticos ha incrementado la demanda eléctrica, colapsando los transformadores y dejando al sistema al borde del colapso.
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