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La congresista republicana María Elvira Salazar ha anunciado este viernes que la próxima semana tiene previsto reunirse con la secretaria de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Kristi Noem, para abordar las medidas migratorias que mantienen en jaque a familiares de sus votantes en el Distrito 27 de Florida (Estados Unidos).
En un documento de dos folios compartido en X, Salazar dice estar orgullosa de ser republicana, pero aclara que su lealtad está con su electorado y en estos momentos es consciente de la incertidumbre en la que viven debido a las "recientes acciones migratorias".
A ese encuentro con la secretaria de Seguridad Nacional, Salazar acudirá en compañía de los otros dos congresistas republicanos de Florida, Carlos Gimenez y Mario Díaz-Balart. Los tres, junto al secretario de Estado, Marco Rubio, también cubanoamericano y asesor interino de la DHS, han sido diana de los ataques del Caucus Demócrata de Miami, que ha llegado a colocar una valla en la autopista Palmetto acusándolos de "traidores" por apoyar las medidas migratorias del presidente Trump.
En la carta compartida en sus redes sociales, María Elvira Salazar ha hecho malabarismos para decir en un mismo documento que está orgullosa de ser republicana y, a la vez, que defiende a sus votantes de las medidas que aprueba casi semanalmente el Gobierno del presidente Trump.
La nueva postura de María Elvira toma relevancia toda vez que muchos de los cubanos que dieron su voto al Partido Republicano han visto cómo han empezado a deportar a sus hijos y familiares con I-220A, a los que la congresista prometió darles un estatus legal permanente con un nuevo proyecto de ley.
Y aunque a María Elvira Salazar le "duele en el corazón" lo que está pasando, la realidad es que siguen saliendo aviones cargados de cubanos I-220B e I-220A deportados de Estados Unidos y el único delito que han cometido es entrar al país por la frontera, en la gran mayoría de casos, pidiendo asilo. Sólo dos criminales cubanos han sido deportados a Sudán después de que el régimen de La Habana se negara a aceptarlos de vuelta a la Isla.
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La hemeroteca no perdona a María Elvira Salazar, que hace poco recordó que la pasada legislatura exigió con insistencia al entonces secretario de Seguridad Nacional de la Administración Biden, Alejandro Mayorkas, que solucionara el problema de los I-220A "de un plumazo" que, en su opinión, era fácil de dar y dependía de la voluntad política.
Pues bien, cinco meses de Gobierno republicano han demostrado que ese plumazo no era tan fácil de dar como creía Salazar, que ha enumerado en su carta compartida en X "la incertidumbre que las acciones migratorias" del Gobierno Trump están dejando en el Distrito 27 por el que fue elegida.
"Arrestos en Cortes de Inmigración, incluyendo personas con I-220A, con asilo político pendiente, la terminación del programa CHNV (parole humanitario), que ha dejado a cientos de miles expuestos a la deportación y otras medidas similares, ponen en riesgo el respeto al debido proceso que todo sistema democrático debe garantizar", señaló la congresista.
María Elvira Salazar afirma, asimismo, que ella sigue defendiendo que las personas con asilo político pendiente y ajuste de estatus merecen que su proceso legal sea respetado. Y esa afirmación llega después de que hasta la propia hija del líder opositor cubano José Daniel Ferrer haya tenido problemas para defender su asilo en Corte o que dos hermanas que participaron en las manifestaciones del 11J y fueron condenadas a 4 años de trabajo correccional una y a siete años de prisión la otra, estén ahora corriendo riesgo inminente de ser deportadas a Cuba. Por no hablar de los cubanos I-220A a los que la congresista tanto defiende, que llegan a Corte y les cierran su caso de asilo y al salir son detenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Pues bien eso no sólo no ha pasado sino que, además, este jueves el presidente Trump firmó una nueva orden ejecutiva que impone restricciones de viajes a cubanos desde este lunes 9 de junio. Lo hace, según explicó, atendiendo a preocupaciones de seguridad nacional; toda vez que Cuba ha sido incluida en la lista de países patrocinadores del terrorismo y debido a la escasa colaboración del régimen de La Habana en materia migratoria.
La orden ejecutiva suspende específicamente la entrada de cubanos que porten visas en las categorías de negocios, turismo, estudiantes, estudios técnicos e intercambio cultural.
Y esta parece ser la gota que ha colmado el vaso para que los congresistas republicanos de Florida, conscientes de que sus votos son determinantes, anuncien que se reunirán con la secretaria de la DHS la próxima semana. Antes de llegar a la cita, María Elvira Salazar aclara que está de acuerdo en "sacar a patadas" de los Estados Unidos a los criminales. "Todavía quedan muchos, vamos a seguir enfocándonos", escribió, dando pistas de por dónde puede ir su propuesta a Seguridad Nacional: más criminales deportados y menos cubanos con I-220A. Pero esto no lo dice la congresista. Habrá que esperar a la reunión con Kristi Noem para saber por dónde irán los tiros.
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