La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este lunes que su Gobierno mantendrá vigente el convenio con Cuba para que médicos de la isla trabajen en el sistema público de salud mexicano, a pesar de las sanciones de Estados Unidos contra programas de “exportación médica” del régimen de La Habana.
“Tenemos colaboración con Cuba en varios temas. Los médicos cubanos vamos a seguir, es un convenio establecido, tiene todo en regla y vamos a seguir con eso”, dijo la mandataria en su conferencia de prensa diaria, según reportó la agencia EFE.
Sheinbaum destacó que Cuba es de los pocos países dispuestos a enviar especialistas a México y adelantó que en 2026 buscará reforzar la cooperación en el tratamiento del pie diabético, para aprovechar un medicamento desarrollado en la isla.
La posición de Sheinbaum no es nueva. En junio ya había defendido públicamente el programa, justo después de que Washington anunciara restricciones de visado a funcionarios centroamericanos vinculados a estas misiones, acusadas de funcionar bajo condiciones de trabajo forzado.
“Hay un contrato para que médicos cubanos ayuden a la población en México. No vemos ningún problema en eso”, afirmó entonces, rechazando los señalamientos de explotación laboral.
El Departamento de Estado de EE.UU. sostiene que el régimen cubano utiliza estas brigadas como un mecanismo de “esclavitud moderna”, pues retiene pasaportes, controla salarios y priva a los médicos de autonomía.
Lo más leído hoy:
Millones para el régimen cubano
Más allá del debate político, las cifras revelan el peso económico de estos acuerdos para La Habana. Investigaciones periodísticas en México documentaron que, entre 2022 y 2025, el programa IMSS-Bienestar transfirió más de 2,019 millones de pesos mexicanos, unos 105 millones de dólares, al régimen cubano y a empresas asociadas, incluyendo la estatal Comercializadora de Servicios Cubanos, S.A.
De ese monto, al menos 23 millones de dólares fueron entregados directamente a esa compañía cubana, mientras que otros pagos cubrieron hospedaje, transporte y alimentación de los brigadistas en México.
Otra de las principales críticas es que es que ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ni el IMSS-Bienestar ni la Secretaría de Salud cuentan con indicadores claros sobre el desempeño de los galenos extranjeros, lo que abre dudas sobre la transparencia del programa.
Pero, la cooperación bilateral va más lejos. En agosto, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que México envió en apenas dos meses 39 embarques de crudo y derivados a Cuba por un valor de 850 millones de dólares, casi lo mismo que en los dos años anteriores juntos.
Estos envíos se realizaron pese a la crisis energética mexicana y a las advertencias de EE.UU., que ya en 2023 canceló un préstamo a Pemex tras detectar despachos de combustible a la isla.
Entre la política y la supervivencia del régimen
La decisión de Sheinbaum de sostener el convenio con Cuba consolida a México como uno de los principales aliados de La Habana en el continente, al garantizarle divisas frescas y suministro energético en un momento de aguda crisis interna.
Mientras tanto, el debate crece. Por un lado, para Washington y organizaciones de derechos humanos, se trata de un esquema de explotación laboral y financiamiento opaco al régimen; para el Gobierno mexicano, es una respuesta inmediata a la falta de médicos especialistas en su propio país.
Lo cierto es que, en la práctica, el convenio se ha convertido en un salvavidas económico para el gobierno de Miguel Díaz-Canel, que exporta médicos y recibe petróleo mientras en la isla los hospitales enfrentan carencias, escasez de personal y apagones constantes.
Archivado en:
