La secretaria del Partido Comunista en Gibara, Nayla Marieta Leyva Rodríguez, salió al paso de las protestas nocturnas ocurridas en esa localidad de Holguín y pidió a los vecinos mantener la confianza en lo que calificó como “la tremenda Revolución que tenemos”, en un mensaje publicado este domingo en Facebook.
Las declaraciones llegan después de que decenas de gibareños salieran de madrugada a las calles con cazuelas, linternas y gritos de “¡Queremos corriente!” y “¡Libertad!”, tras más de 24 horas sin electricidad.

Los videos difundidos en redes sociales mostraron a mujeres, hombres y jóvenes recorriendo calles oscuras, exigiendo el restablecimiento del servicio eléctrico en medio de una crisis energética que días antes provocó un apagón nacional.
El discurso oficial: Respeto y diálogo
En su publicación, Leyva aseguró que sostuvo un “franco y honesto intercambio” con un grupo de pobladores del barrio El Güirito afectados por los cortes eléctricos. Según la dirigente, el encuentro se desarrolló “con mucho respeto y en un ambiente de diálogo y tranquilidad”, y permitió explicar las causas de la crisis energética.
“Convocamos a tener confianza en su recuperación, y sobre todo, a no perder la esperanza”, escribió la funcionaria. Añadió que lo que atraviesa el país “va más allá de la voluntad de un país, de nuestros máximos dirigentes”, e insistió en que el Partido y el Gobierno “jamás dejarán de estar al lado del pueblo”.
Lo más leído hoy:
En su mensaje también recurrió a un discurso patriótico e ideológico, apelando a la unidad frente a las críticas:
“Confiemos en la tremenda Revolución que tenemos, que jamás abandona a sus hijos y guapea en la búsqueda de sus soluciones”, subrayó.
Gibaravisión: Todo volvió a la calma
La televisora local Gibaravisión respaldó la versión oficial y aseguró que, tras el intercambio con las autoridades, la población regresó a sus casas y la ciudad “permanece en calma y con su habitual tranquilidad”.
El medio estatal calificó a los vecinos como “nobles, valerosos y revolucionarios”, y acusó a usuarios de redes sociales —“en su mayoría desde el exterior”— de intentar manipular lo ocurrido.
En un video compartido en Facebook, el medio oficialista mostró calles desiertas para demostrar la "paz ciudadana" reinante, pero lo que resultó evidente fue la oscuridad reinante en la villa por culpa del colapso del sistema eléctrico.
Sin embargo, las imágenes compartidas por internautas en Facebook y WhatsApp muestran una movilización más amplia de la que intentan transmitir los canales oficiales. En esos materiales se escuchan consignas como “¡El pueblo unido jamás será vencido!”, acompañadas de cacerolazos que resonaron en varias calles de la ciudad costera.
Protestas en un contexto de crisis
La protesta en Gibara se suma a otras expresiones de descontento que han ocurrido en distintas provincias durante este año, marcadas por apagones prolongados, escasez de alimentos y deterioro de servicios básicos.
El 10 de septiembre, la isla sufrió un apagón general tras la salida imprevista de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas. Fue el quinto colapso del Sistema Eléctrico Nacional en menos de un año, una cadena de fallos que evidencia la fragilidad de una infraestructura obsoleta y sin inversiones.
Aunque el gobernante Miguel Díaz-Canel celebró días atrás la “recuperación en tiempo récord” del SEN, millones de cubanos continúan enfrentando apagones diarios, sin estabilidad en el suministro.
Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien además es diputado a la Asamblea Nacional por Gibara, también se pronunció días antes del estallido de protestas en la localidad.
En declaraciones transmitidas por la televisión nacional pidió al pueblo “confianza” y aseguró que el gobierno hacía “todo lo posible e imposible” para restablecer el servicio eléctrico.
Sus palabras, sin embargo, contrastan con la realidad que enfrentaron los gibareños el 14 de septiembre, cuando tras más de 24 horas sin corriente salieron a la calle a reclamar soluciones inmediatas.
El malestar ciudadano crece
La desesperación por la falta de electricidad se refleja también en encuestas y estudios. Un sondeo realizado en redes sociales por CiberCuba mostró que el 83 % de los votantes cree que el gobierno debería entregar el poder ante su incapacidad de resolver la crisis eléctrica.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, por su parte, reveló que el 92 % de los consultados desaprueba la gestión gubernamental y que la pobreza extrema alcanza al 89 % de la población.
En Gibara, los reclamos de “corriente y agua” ponen rostro a esa estadística. La protesta fue pacífica y hasta el momento no se han reportado detenciones ni represión policial, pero marca un nuevo episodio de hartazgo en una población que vive cada día entre penumbras y promesas incumplidas.
Entre la propaganda y la realidad
Mientras las autoridades locales llaman a confiar en la llamada “revolución” y a no dejarse “confundir por los cantos de sirena del imperio”, los vecinos de Gibara continúan midiendo su vida cotidiana en horas con electricidad.
El contraste entre la narrativa oficial de calma y diálogo, y las imágenes ciudadanas de cacerolazos masivos, revela la distancia creciente entre el discurso del régimen y la realidad que enfrenta la población.
Por ahora, Gibara volvió a la calma, pero bajo la incertidumbre de cuándo volverá la luz y hasta dónde llegará la paciencia de un pueblo cansado de promesas que no encienden bombillos ni refrigeradores.
Archivado en: