Desde que muriera Fidel Castro el pasado 25 de noviembre la consigna oficial es que los cubanos deben estar tristes por la muerte del líder histórico de la Revolución cubana.
Después de un largo y estricto duelo nacional que se extendió durante 9 días durante los cuales se reprimió duramente cualquier acto festivo o de entretenimiento, las autoridades cubanas decidieron que esto no era suficiente y decretaron el "luto extendido".
Aunque no existe disposición oficial que detalle cuáles son las retricciones que impone este duelo, al parecer las discotecas y locales de ocio nocturno permanecerán cerrados el fin de año, una medida que sufre una gran impopularidad entre los cubanos.
El desacuerdo generalizado con esta disposición llega hasta el punto que algunos aseguran mantendrán las fiestas de fin de año enfrentándose así a las multas de la policía.
Por otro lado, las autoridades cubanas tampoco han aplicado ofertas especiales en alimentación y gastronomía para facilitar a la población las celebraciones en familia propias de estas fechas.
Por el contrario, el sector cuentapropista sí ha decidido impulsar el consumo de los cubanos ayudándose de las ofertas,
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