A seis años de haberse asignado el servicio telefónico fijo en la circunscripción 24 del Consejo Popular de Coliseo, en el municipio matancero de Jovellanos, los vecinos siguen sin línea en sus hogares, atrapados entre promesas incumplidas, versiones contradictorias y el silencio de la estatal y única Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA).
La indignación de los vecinos no es por capricho. Mientras ellos esperan por un teléfono que se les prometió, después de pasar por todos los pasos formales -comisiones locales, listas validadas por el gobierno y remisión final a ETECSA- otros Consejos Populares como Yaguajay, Granma y San Miguel de los Baños sí recibieron el servicio.
En cambio, a los habitantes de la circunscripción 24 se les sigue diciendo, reunión tras reunión, que el proceso ya “concluyó”, reveló la sección de cartas Apartado 1433, del periódico oficial Girón.
La misiva enviada al medio de prensa detalló que el director de Etecsa en el territorio aseguró que “en lo que quedaba de año no habría solución, y para el próximo sería de existir presupuesto”.
En cambio, “en las reuniones mensuales de nuestro Consejo Popular, donde asisten todos los factores, se argumentó que ya había concluido la entrega de los referidos servicios en (el Consejo Popular de) Coliseo. ¿Quién está mintiendo? ¿Cuántos años más tendremos que esperar?”, contrastaron los remitentes de la carta.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Jovellanos, Danay Rives Álvarez, y el intendente Leovany Hernández Tanquero, puntualizaron que, en la entrevista con José Luis Nieves, entonces director de Etecsa, “este precisó que en dicha zona se entregaron 111 servicios telefónicos, con fecha 21 y 28 de enero de 2022”.
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De acuerdo con Girón, ambos funcionarios reconocen que el planteamiento de los vecinos tiene “razón en parte y no solucionado”, una respuesta ambigua que no explica ni resuelve nada.
Mientras tanto, quienes esperan por el servicio preguntan con razón: ¿quién miente? ¿Etecsa que admite no tener presupuesto o los funcionarios locales que dan por terminada la entrega? ¿Cómo se justifica un atraso de más de un lustro en un servicio básico, ya aprobado y prometido?
Los teléfonos no suenan porque nunca se instalaron, y el único tono que reciben los vecinos de la circunscripción 24 del Consejo Popular de Coliseo, en el municipio de Jovellanos es el del silencio institucional.
A mediados de junio, más de 60,000 líneas de telefonía fija se vieron afectadas en la provincia de Pinar del Río. Pero las quejas por interrupciones prolongadas no son exclusivas de Pinar del Río. En La Habana hay clientes esperando hace más de un año por la reparación de las líneas telefónicas. ETECSA arrastra una crisis estructural mucho más profunda que un simple fallo técnico puntual.
El nuevo esquema tarifario de ETECSA, implementado a finales de mayo bajo una lógica neoliberal que el propio régimen cubano ha criticado históricamente, ha sido denunciado como abusivo y discriminatorio por la mayoría de la población, siendo calificado por muchos usuarios como 'un atraco a plena luz del día.
Cuando se agota el paquete el exiguo paquete permitido para navegar en un mes (apenas 6 GB), el cliente depende de recargas en planes a muy altos precios en CUP y en moneda extranjera, muy por encima del alcance de la mayoría de los ciudadanos que cobran sus salarios en un muy devaluado peso cubano en un contexto de galopante inflación.
La medida motivó protestas de estudiantes en varias universidades y denuncias de represalias y acoso por parte del gobierno contra las voces críticas.
ETECSA justificó el tarifazo con la necesidad de mantener cables submarinos, radiobases y millones de líneas móviles, pero evade el debate sobre calidad, acceso real y asequibilidad. El discurso de “sostener la conexión” suena hueco frente a una población que paga caro por un servicio limitado y deficiente.
El argumento repite una fórmula conocida: destacar infraestructura sin rendir cuentas sobre su impacto real en la vida cotidiana de los usuarios. Porque si bien es cierto que la cobertura ha crecido, también lo es que la conexión es cara, inestable y excluyente.
El Decreto 124/2025 del Consejo de Ministros otorgó a ETECSA exclusividad para prestar servicios públicos de telecomunicaciones en Cuba durante 11 años más, con posibilidad de extenderse por dos períodos adicionales de 15 años cada uno. La medida consolida el control estatal del sector, mantiene la fijación centralizada de tarifas y restringe la participación de operadores privados.
Preguntas frecuentes sobre la situación de ETECSA en Cuba
¿Por qué los vecinos de Coliseo, Matanzas, siguen sin servicio telefónico tras seis años de espera?
Los vecinos de Coliseo, Matanzas, siguen sin servicio telefónico debido a promesas incumplidas y la falta de presupuesto de la estatal ETECSA, a pesar de que el proceso de entrega de líneas fue supuestamente completado. Esta situación refleja la ineficiencia y falta de transparencia del monopolio de telecomunicaciones en Cuba.
¿Qué problemas enfrenta ETECSA para ofrecer un servicio de calidad en Cuba?
ETECSA enfrenta una serie de problemas que afectan la calidad de su servicio, incluyendo la falta de inversión, actos vandálicos, y un esquema tarifario considerado abusivo. Estas dificultades se agravan por la estructura monopólica de la empresa, que impide la competencia y la mejora de los servicios.
¿Cómo afecta el nuevo esquema tarifario de ETECSA a los ciudadanos cubanos?
El nuevo esquema tarifario de ETECSA ha sido denunciado como abusivo y discriminatorio, obligando a los ciudadanos a pagar altos precios por un servicio limitado y deficiente. Esto ha generado protestas y un amplio descontento entre la población, que ve cómo su acceso a las telecomunicaciones se ve aún más restringido.
¿Qué impacto tienen los actos vandálicos en la infraestructura de ETECSA?
Los actos vandálicos han causado interrupciones significativas en los servicios de ETECSA, afectando a miles de usuarios en toda Cuba. Estos incidentes ponen en evidencia la falta de medidas de seguridad efectivas y la incapacidad de la empresa para proteger su infraestructura crítica.
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