El ministro cubano de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitió públicamente que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se encuentra en una situación de extrema debilidad, al punto de que -según sus propias palabras- sin el aporte de los parques solares fotovoltaicos la crisis sería aún más grave.
La declaración, realizada en la televisión tras el último quinto apagón masivo, vuelve a exponer la precariedad del sistema y la incapacidad del gobierno para ofrecer soluciones sostenibles a una población exhausta.
De la O Levy detalló que actualmente funcionan 30 parques solares que generan unos 600 megavatios, aunque con la limitación de que solo producen durante el día, ya que el país no cuenta con sistemas de almacenamiento de energía.
"Es verdad que trabaja solo por el día, pero si no tuviéramos esos 600 MW, la situación fuera peor", admitió.
También reconoció que la ausencia de baterías ha provocado más de 500 interrupciones en lo que va de 2024.
Las palabras del ministro llegaron después de que el país permaneciera más de 24 horas a oscuras por la caída del SEN, un episodio que volvió a evidenciar el colapso de un sistema sustentado en centrales termoeléctricas obsoletas y en la dependencia casi absoluta del combustible importado.
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Mientras De la O hablaba de "transición energética" y de planes para intervenir cinco termoeléctrica este año, la principal planta del país, la Antonio Guiteras, volvía a salir del sistema apenas horas después de sincronizar, hundiendo a miles de cubanos en la incertidumbre.
Cinco apagones nacionales en menos de un año
El último colapso del SEN, que dejó al país 28 horas sin corriente, se desató a las 9:14 am del miércoles, cuando la Guiteras salió inesperadamente de servicio.
Se trató del quinto apagón general en menos de un año. De los cuatro anteriores, dos también estuvieron relacionados con fallos en esa central.
El jueves, cuando la Unión Eléctrica informó que todas las provincias ya habían sido reconectadas, numerosos usuarios seguían denunciando cortes persistentes, lo que confirmaba que la recuperación era parcial y frágil.
La repetición de estos apagones generales pone de relieve la fragilidad de un SEN que debería garantizar un servicio esencial, pero que hoy se sostiene con parches y justificaciones.
Crisis estructural y sistémica
El día anterior al colapso, la Unión Eléctrica justificó los apagones prolongados que ya se registraban en todo el país al señalar que muchas centrales llevan más de 40 años en operación sin haber recibido los ciclos capitales de mantenimiento requeridos.
Según explicó el director general de la UNE, ingeniero Alfredo López Valdés, el envejecimiento extremo de las unidades ha complicado seriamente las intervenciones técnicas, provocando retrasos y fallos imprevistos.
"Es muy difícil prever con exactitud el tiempo en que se va a reparar, porque cuando usted comienza a desarmar, empieza a encontrarse problemas que no previó originalmente", declaró.
"No estamos haciendo un mantenimiento capital como se debe. No hemos tenido la posibilidad financiera de resolver el 100 por ciento de los problemas", agregó.
Las justificaciones de la UNE llegan en medio de una crisis energética sin precedentes que el propio gobierno ha calificado de "dura".
Las autoridades confirmaron además que la termoeléctrica Antonio Guiteras, la más potente del país, tendrá que detenerse próximamente para recibir mantenimiento.
Por su parte, el ingeniero Lázaro Guerra Hernández, director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, destacó los avances en el macroprograma de inversiones solares, con una inversión anunciada de mil millones de dólares en 2025.
El gobierno cubano insiste en hablar de "soberanía energética" mientras el país atraviesa la peor crisis de suministro eléctrico de su historia reciente.
El discurso, sin embargo, contrasta con la realidad que vive la población.
Los ciudadanos sufren las consecuencia de los largos apagones, con alimentos echados a perder, hospitales en emergencia y un futuro cada vez más sombrío.
Más allá de cifras y promesas, las declaraciones del ministro no hacen sino confirmar lo que el pueblo padece a diario: un sistema eléctrico en ruinas, un gobierno que reconoce su fracaso, y una crisis que se prolonga sin que aparezca una solución real y efectiva.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
¿Cuál es la situación actual del sistema eléctrico en Cuba?
El sistema eléctrico en Cuba se encuentra en una situación de extrema debilidad, caracterizada por colapsos frecuentes y una dependencia casi total de centrales termoeléctricas obsoletas. Las declaraciones del ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, evidencian esta precariedad y la incapacidad del gobierno para ofrecer soluciones sostenibles.
¿Cómo están contribuyendo los parques solares a la generación de electricidad en Cuba?
Actualmente, en Cuba funcionan 30 parques solares que generan unos 600 megavatios, pero solo producen electricidad durante el día debido a la falta de sistemas de almacenamiento. Esta contribución es limitada y no resuelve los problemas de apagones que afectan al país.
¿Qué ha provocado los recientes apagones en Cuba?
Los apagones recientes en Cuba han sido causados principalmente por la salida inesperada de servicio de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, fallos en subestaciones y líneas de transmisión, y la falta de combustible. Estos factores han colapsado el Sistema Eléctrico Nacional en varias ocasiones.
¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para enfrentar la crisis energética?
El gobierno cubano ha anunciado la instalación de nuevos parques solares y ha hablado de una transición hacia energías renovables. Sin embargo, estas medidas son insuficientes debido a la falta de baterías para almacenar la electricidad generada y la dependencia de termoeléctricas obsoletas.
¿Cuál es el impacto de la crisis energética en la vida cotidiana de los cubanos?
La crisis energética ha tenido un impacto severo en la vida cotidiana de los cubanos, provocando apagones prolongados, pérdida de alimentos, daños en electrodomésticos y una desconexión digital. Estos problemas afectan tanto a la economía nacional como al bienestar de la población.
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