Ana es una enfermera brasileña que en su Sao Paulo natal enfrenta al coronavirus, en primera línea, desde el hospital donde trabaja. En octubre de 2019 se casó con un joven cubano. Ambos tenían planes de reunirse en marzo de 2020, pero el cierre de fronteras por la pandemia les mantiene a día de hoy separados.
"Estoy desesperada por un vuelo humanitario para que mi marido pueda venir a Brasil. Estamos separados y el amor no es turismo", dijo en declaraciones a CiberCuba.
Su esposo lo tiene todo listo, pasaje y visa en vigor, para viajar a Brasil. Pero Cuba cerró sus fronteras para contener los contagios de coronavirus y no hay vuelos humanitarios de La Habana a Sao Paulo.
"Esta separación me deja completamente ansiosa, depresiva y la única cosa que hago es llorar porque no sé qué más hacer para poder estar junto a mi marido", cuenta a este portal.
En opinión de Ana, la frontera cerrada viola los derechos humanos. "Es completamente ilógico abrir playas, bares, discotecas, donde hay aglomeraciones, y prohibir que las familias se junten para pasar la cuarentena porque simplemente está prohibido entrar o salir de Cuba hasta que La Habana no pase a la fase 3", añade.
Su caso no es una excepción. Le ocurre lo mismo a un joven cubano residente en España, cuya esposa tiene visado en vigor pero no recibe la autorización del Ministerio del Interior de Cuba (MININT) para subir a un vuelo humanitario que la lleve a Madrid. Las autoridades cubanas sólo dejan salir a los extranjeros y a los cubanos con doble nacionalidad residentes en el extranjero. Desde el 29 de junio cubanos y extranjeros necesitan un permiso del MININT para abordar un vuelo a España.
Para reclamar a los gobiernos una solución a la separación de parejas que no pueden reunirse por el cierre de fronteras, los afectados han creado un grupo de Facebook llamado Love is not tourism que aglutina a las personas que han tenido la mala suerte de amar en tiempos de la pandemia.
Sin fecha para abrir las fronteras
El empeoramiento en la evolución del coronavirus en La Habana no hace pensar que la apertura de las fronteras de la Isla sea inminente. El pasado 8 de agosto las autoridades cubanas decretaron el retroceso de la capital cubana a la fase de transmisión autóctona limitada de la COVID-19, limitaron la movilidad entre las cinco provincias occidentales (Matanzas, La Habana, Artemisa, Mayabeque y Pinar del Río) e implantaron un toque de queda a partir de las 11:00 pm en la capital y de doce de la noche a seis de la mañana en Pinar del Río.
Son muchos los cubanos que se han quedado varados en otros países y que desean regresar a la Isla. En Panamá, al menos medio centenar de ellos malviven a la espera de que Copa Airlines habilite un vuelo humanitario que los devuelva a Cuba. El listado para subir al avión lo elabora el Consulado cubano en Caracas, que hasta ahora no ha dejado contentos a quienes se han quedado en tierra.
En Rusia, otro centenar de afectados por el cierre de fronteras reclama un vuelo humanitario a La Habana. Llevan al menos cinco meses a la espera de regresar y temen que la situación se alargue y les coja el invierno en un país donde no tienen familiares ni dinero, ni trabajo.
En este caso, el problema está en que el avión de Aeroflot podría volar a Cuba lleno de pasajeros, pero regresaría vacío por lo que el Gobierno cubano, organizador del vuelo humanitario, estaría obligado a pagar el coste de la operación de vuelta.
En Colombia también hay cubanos desesperados por volver a casa, que han compartido emotivos vídeos en YouTube en los que explican los motivos por los que quieren regresar y las consecuencias de su permanencia, sin recursos, en un país extraño para ellos.
En México se han quedado varados cubanos a la espera de un vuelo humanitario. Es el caso de un joven que voló en marzo de 2020 a Cancún con su abuela a hacer un curso de idiomas, pese a que la señora tiene diagnosticada una incipiente demencia senil. A la hora de regresar a Cuba en un vuelo humanitario, las autoridades cubanas autorizaron la vuelta del nieto pero no permiten viajar a su abuela, aunque la mujer, de 77 años, tiene nacionalidad cubana y reside en la Isla.
También en España hay numerosos casos de cubanos varados en Madrid sin poder regresar a Cuba por el cierre de fronteras. Algunos quedaron atrapados en el aeropuerto de Barajas cuando pretendían hacer un cambio de avión para viajar a la Isla, procedentes de otro país de la Unión Europea. Otros han pedido autorización al consulado para ir a ver a un familiar delicado de salud, pero ninguno ha podido subir a los cuatro vuelos humanitarios que Iberia operó en julio hacia La Habana ni al que organizó los días 12 (ida a Cuba) y 13 de agosto (vuelta a España).
Ahora la compañía española prevé despegar hacia la capital cubana, desde Madrid, el próximo 30 de agosto. Los cubanos que suban a ese avión deberán tener autorización del Consulado.
Iberia ha confirmado a CiberCuba que no retomará los vuelos internacionales hasta que el Gobierno de la Isla levante las restricciones. Copa Airlines, por su parte, ya ha puesto fecha a la vuelta a la normalidad para el 4 de septiembre.
Este domingo el Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó 24 nuevos casos de coronavirus, la mayoría de ellos en La Habana.
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