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La periodista oficialista Yirmara Torres Hernández estalló en redes sociales al compartir un extenso y desgarrador testimonio sobre cómo atraviesa el chikungunya en medio del colapso de los servicios básicos en Cuba.
Torres relató su experiencia con la enfermedad en una publicación pública en Facebook. En su mensaje, no solo habló de los síntomas físicos, sino que arremetió contra la insalubridad, la escasez de medicamentos, la alimentación deficiente y los apagones que afectan a su entorno familiar y a su provincia, Matanzas.
“Este chikungunya no se lo deseo a nadie… Me tumbó hace cuatro días y aún no me deja levantarme de la cama”, escribió. También mencionó que su madre, su prima enfermera, su vecino médico y otras personas cercanas están atravesando el virus.
La periodista describió una fiebre pegajosa, dolores intensos en las articulaciones, pérdida del apetito, malestar general y erupciones en la piel. Señaló que solo quienes reciben ayuda desde el exterior pueden acceder a medicamentos: “Bendecidos aquellos que tenemos a alguien de AFUERA que nos ayude con medicamentos, porque tirarse contra las farmacias particulares está durísimo”.
La publicación estuvo cargada de ironías hacia el discurso oficial. Criticó que los medicamentos básicos como el salbutamol o el paracetamol están ausentes en las farmacias estatales, y se refirió a la dieta nacional con sarcasmo: “Picadillo, pollo, huevo y perro caliente, el que puede”.
Torres también cuestionó la falta de agua, la imposibilidad de mantener higiene durante la enfermedad y el deterioro total de la calidad de vida en Cuba. “¿De verdad creen que todo está bien? ¿Qué todo es normal? ¿Creen que no hay que rendir cuentas?”, escribió. “Somos un pueblo agotado, cansado, torturado (no poder dormir bien y vivir bajo estrés permanente es tortura), pero nuestra paciencia tiene un límite”.
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Haciendo referencia a la narrativa oficial sobre el embargo, añadió con ironía que su paracetamol de 500 mg fue enviado “del norte revuelto y brutal”, junto a un ventilador recargable con el que intenta resistir los apagones. “Los que nos bloquean la economía, pero nos están salvando esta sobrevida…”, apuntó.
El post estuvo acompañado de una foto personal, donde se le ve visiblemente afectada por la enfermedad, recostada y con un abanico rojo sobre el rostro.
Tres días antes de ese mensaje, Yirmara Torres había publicado otro texto más breve pero igualmente crítico, enfocado en los apagones y la falta de agua. “¿Cómo se vive con 28 horas de apagón por 2 de electricidad? ¿Cómo se vive con chorritos de agua o sin ella? ¡No se vive!”, escribió entonces.
Los recientes textos de Yirmara Torres se suman a otras publicaciones en las que ha expresado preocupación con el rumbo del país.
En mayo de este año afirmó con crudeza: “En Cuba mucha gente pasa hambre. Hambre sí, HAMBRE”. Denunció que la escasez alimentaria no se trata de exquisiteces, sino de pan, arroz, leche, frijoles o huevos —cuando aparecen, a precios inalcanzables—. Habló de rostros conocidos con delgadez extrema, de una “locura de vida” que ya recuerda al “very-very” de los años noventa.
Meses antes, narró con angustia cómo su vivienda fue asaltada durante un apagón. Su hijo estaba solo. Los ladrones entraron por las ventanas y se llevaron electrodomésticos, micrófonos, documentos y hasta zapatos. “Lo que realmente me aterra es que no estemos seguros dentro de nuestros hogares”, escribió. Criticó la inacción policial y alertó sobre el auge de bandas que actúan con total impunidad en Matanzas.
También ha sido dura con la gestión económica del país. En abril de 2023 escribió: “Nuestra economía es un barco a la deriva”. En aquella reflexión acusó a la dirigencia cubana de ser incapaz de aceptar verdades incómodas. “Todo está diagnosticado, sabemos qué debemos hacer, pero no se hace… la mediocracia reina”, sentenció.
Tras renunciar a la presidencia de la UPEC en Matanzas, compartió una sensación de abandono institucional. En un texto titulado “Amnesias organizacionales”, lamentó que ni siquiera se le reconozca como miembro de la organización que ayudó a reconstruir. “Después de 15 años dedicados al trabajo de la UPEC, siento que ya no me consideran ni miembro. Es triste, ¿verdad?”
Incluso antes de dejar el cargo, ya hablaba con desilusión: “La Patria está en peligro”, “el pueblo cubano no da más”, “todos quieren irse, incluso los ancianos”. Denunció que los medios oficiales “miran para otro lado” como si no pasara nada, y defendió que quienes emigran “no dejan de ser patriotas”.
La experiencia narrada por Yirmara Torres no es un caso aislado, sino el reflejo de una realidad cotidiana para millones de cubanos. Enfermedades sin atención médica, apagones de más de 20 horas, falta de agua, medicamentos que solo llegan del extranjero, alimentos racionados, transporte colapsado, pan escaso, inflación constante, calor insoportable sin ventilación, inseguridad creciente, y la angustia diaria de sobrevivir sin respuestas ni soluciones.
Para muchos, la vida en Cuba se ha vuelto una cadena de resistencias: resistir al mosquito, al hambre, a la fiebre, al apagón, al estrés, a la frustración, y a la desesperanza. Y cada día que pasa, más voces como la de esta periodista se atreven a preguntarlo en voz alta: ¿Cuánto más?
Preguntas frecuentes sobre la crisis en Cuba y sus efectos en la vida diaria
¿Cuáles son las principales críticas de Yirmara Torres?
Yirmara Torres critica la insalubridad, la escasez de medicinas, la mala alimentación y los apagones en Cuba. También cuestiona la falta de agua y la ineficacia del sistema para atender las necesidades básicas de la población, reflejando un deterioro en la calidad de vida en general.
¿Cómo está afectando la crisis económica a la salud pública en Cuba?
La crisis económica ha llevado a una escasez de medicamentos y una infraestructura sanitaria colapsada. Las denuncias incluyen falta de insumos básicos como tubos para análisis de sangre, lo que impide diagnósticos y tratamientos adecuados, poniendo en riesgo la vida de los pacientes.
¿Qué impacto tienen los apagones prolongados en la vida diaria de los cubanos?
Los apagones de hasta 20 horas diarias están causando un deterioro en la calidad de vida de los cubanos. Esto incluye la pérdida de alimentos, la imposibilidad de realizar actividades cotidianas y el aumento del estrés y la frustración en la población.
¿Qué problemas enfrenta la población cubana para acceder a alimentos y otros recursos básicos?
La población enfrenta escasez de alimentos básicos y productos de primera necesidad. El acceso a productos como pan, arroz, leche y medicamentos es limitado, y cuando están disponibles, sus precios son inalcanzables para muchos cubanos.
¿Cómo ha reaccionado la población cubana ante la crisis actual?
La población cubana muestra un sentimiento generalizado de agotamiento y desesperanza. Muchas personas expresan su frustración a través de redes sociales, denunciando la inacción del gobierno y la falta de soluciones efectivas a la crisis.
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