El comunismo no acepta oposición racional. El odio es su elemento innato.
Si la historia de Cuba hubiera tenido más Pactos del Zanjón y menos Protestas de Baraguá, el castrismo no hubiera llegado a ser ni una nota al pie en nuestra biografía de país.
El comunismo no acepta oposición racional. El odio es su elemento innato.
Si la historia de Cuba hubiera tenido más Pactos del Zanjón y menos Protestas de Baraguá, el castrismo no hubiera llegado a ser ni una nota al pie en nuestra biografía de país.
Con garantías para los derechos individuales, la historia no sólo no hubiera absuelto a Fidel Castro, sino que ni siquiera hubiera reparado en el petroglifo que hoy lapida su cripta funeraria.
Mientras haya castrismo en Cuba, al menos en nuestra infame islita tropical habrá Colón no sólo para rato, sino para ratón y queso.
El presidente democráticamente electo por el pueblo norteamericano no ha tenido nunca simpatías por el totalitarismo, ni está en riesgo de encabezar una tiranía que no sea la de su nombre como marca de sus propiedades privadas.
En efecto, el lunes 20 de abril de este corona-año de 2020 murió, a sus 59 simbólicos años, el primero de los cubanos falsos de la Revolución de 1959
Para mí, como toda visión extranjera, de lo que trata en realidad Epicentro es de rescatar, a nombre del arte progresista, a nuestra cárcel Cuba cadáver
Cuando la escasez y violencia constitucional ya no existan en Cuba, todavía la pornopolítica seguirá siendo un legado indispensable para entender a la Revolución Cubana.
El título de esta columna Compasión por Edmundo García significa literalmente “compasión por Edmundo García”. No acumulo un ápice de ironía respecto a este represor resentido.
Que hoy hable por mí, entonces, nada más y nada menos que el Partido Comunista en persona, monopolio que ha ilegalizado al resto de los partidos políticos en nuestra siniestrada nación.
"El enemigo a muerte de los cubanos es el Estado: porque estataliza todo lo que toca, incluido a Dios, Cristo, y sus predicadores sobre el planeta"
Fidel mataba por el helado, que en cierta época devoraba en cantidades patológicas con cada comida.
Las sociedades cerradas, sea Corea del Norte o la Cuba del Sur, están hechas no tanto de ciudadanos cauterizados como de pura salud, salud, salud.
La verdad absoluta parece hoy propiedad privada de los enemigos de la propiedad privada. Han descubierto las leyes de la historia y, por tanto, les asiste el derecho de imponernos su versión.
Era un cometa a tope de velocidad, un muchacho sideral, y, a la vez, paradójicamente muy calmado, un toque de cordura cantante en medio de la devastación desquiciada de aquella Cuba remota del último año del siglo XX
Es una obra maestra de la infamia ideologizada, y, como tal, hay verla y volverla a ver, por los socialismos de los socialismos hasta el fin del totalitarismo.
Poco a poco he aprendido a sentir una compasión inconsolable por la interminable saga de opresión que ha vivido la nación negra atrapada dentro de este país.
Así está hoy por hoy la mejor democracia de la historia de la humanidad. Hecha un ripio plañidero a costa de la demagogia de una justicia social que no es justicia, ni mucho menos es social. Pánico, histeria, miedo, mediocridad, envidia al genio del individuo, y mucho, muchísimo odio a la propiedad privada y la economía de mercado
La década de los años veinte del siglo XXI insular será, por desgracia, la Edad de Oro del feminicidio.
Tras la muerte de Fidel Castro, irónicamente en pleno Black Friday de 2016, la Red Global de Black Lives Matter ratificó su rechazo “la retórica derechista” y decidió “salir en defensa del Comandante”.
Leinier Domínguez, cubano hasta los tuétanos, asesorado por otros dos Grandes Maestros de élite que también se exiliaron de Castro (Lázaro Bruzón y Yunieski Quesada), acaba de coronarse como subcampeón de ajedrez de los Estados Unidos. Para colmo, ha sido la suya una proeza invicta, sin perder ni una sola partida, como le gustaba hacerlo al inmortal Capablanca
Todos y cada uno de estos oprobios en contra de los presidentes democráticos de USA, sean demócratas o republicanos, son compensados con la canción de amor de la política exterior norteamericana
Si primero Trump amenaza de muerte al déspota de Norcorea, como hizo en su Twitter meses atrás, es muy muy muy malo. Pero si Trump por fin obliga a ese mismo Kim Jong-Un a una mesa de negociaciones y le arranca un pacto de paz al genocida norcoreano, entonces también es muy muy muy malo.
Todo es mentira y que todo no es más que una trampa que le ha tendido el Estado cubano a Ariel. Dependerá de cuánta visibilidad le podamos dar a este cubano valiente y brillante, para que su nombre resuene como un clamor de injusticia en el resto del mundo.